Ante nearshoring, Saltillo tiene retos en vivienda y en dinámicas expansivas de la ciudad
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Con la llegada del nearshoring, Saltillo tiene retos importantes en términos de acceso a la vivienda y el control de la expansión de la ciudad, señaló el Director de Urbanismo Ciudadano del Tecnológico de Monterrey, José Antonio Torre.
Durante el Foro de Innovación y Sustentabilidad Urbana (Fisu) organizado por el Instituto Municipal de Planeación y Gestión Urbana de San Pedro Garza García (Implang), el cual se realizó el pasado lunes 19 de febrero, el académico del Tec analizó los retos porvenir.
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“Tiene una gran oportunidad pero también hay que entender que esa oportunidad de nearshoring y de las inversiones también viene acompañada de retos. Cómo le vamos a dar vivienda a todas esas personas que vienen a trabajar, qué servicios le vamos a dar a esas personas”, declaró el maestro en Administración por la Universidad de Harvard.
Torre señaló al ritmo de la construcción de vivienda para los empleados como uno de los puntos centrales a considerar pues señaló que en México no está creciendo al mismo ritmo que las ciudades.
Durante su intervención en el panel de discusión “Arquitectura y ciudad. De la unidad a la metrópolis, estrategias para la integración urbana”, indicó que a nivel nacional del 2015 al 2023 la oferta de vivienda social disminuyó en 70 por ciento y la económica en 96 por ciento.
En el caso específico de Saltillo, Eunice Sánchez Martínez, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios A. C. (AMPI) en la capital coahuilense, indicó que el precio de la vivienda subió hasta un 30 por ciento entre 2020 y 2023.
“Si nos vamos con vivienda de interés social que el promedio es de 600, 650, 700 mil, ya no llegamos a los 800 mil, no la hay, es vivienda que no se está construyendo. Si la llegas a encontrar está muy a las afueras de la movilidad de la ciudad. Entonces realmente no hay un producto para ese tipo de familias que buscan adquirir su propiedad, su patrimonio”, detalló para VANGUARDIA en enero de este año.
SE ABANDONAN LOS CENTROS DE LAS CIUDADES
Al presentar los casos de Monterrey y otras ciudades en México, Torre también hizo énfasis en el abandono de los cascos históricos de las ciudades y el desplazamiento de personas de menores ingresos a la periferia.
“Hay que buscar una reocupación de las zonas centrales donde estaba la ocupación hace 40 o 50 años donde están la universidades, los hospitales, la infraestructura, los parques, las plazas y casi nadie vive ahí ya”, mencionó.
En ese sentido consideró importante cuidar la expansión de la mancha urbana y comenzar a densificar las ciudades de manera que la población pueda recorrer menor distancia a sus centros de trabajo y satisfactores.
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Torre también señaló la cantidad de espacio que se desperdicia en casas con tres o cuatro habitaciones desocupadas cuando podría vivir más de una familia en la misma cantidad de metros cuadrados con otro enfoque en las construcciones.
“Tenemos verdaderamente que trabajar para entender los retos, pero también entendiendo las oportunidades y así tener una mejor planeación de nuestra ciudad. Ya no es tanto la ciudad que queremos, es la ciudad que necesitamos. Necesitamos pensar en las generaciones futuras”, puntualizó Torre.
Para el caso particular de Saltillo, fue la dirección de Protección Civil de la ciudad la que detectó al menos 35 casas abandonadas en el Centro Histórico que ya representan un riesgo para la población por el riesgo de que se desplomen.
Asimismo, en abril del año pasado, José de Jesús Ruiz Fernández, director operativo del Consejo para la Planeación Estratégica de Largo Plazo de la Región Sureste del Estado de Coahuila (COPERES), declaró que una cuarta parte de la mancha urbana de Saltillo se desaprovecha.
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Detalló que existen 3 mil 668 hectáreas sin construcción o subutilizados, lo que corresponde al 28 por ciento del total de la mancha urbana.
“El terreno ocioso a nadie hace bien. Todo espacio muerto genera pérdidas; por ejemplo, hace que el transporte público recorra más kilómetros sin generar utilidad, hay que hacer trazos más largos de líneas de agua, drenaje, de líneas eléctricas, de iluminación pública, todos los espacios ociosos generan gastos adicionales que a nadie beneficia”, mencionó entonces Ruiz Fernández.