Asume Claudia Sheinbaum con reto de poner freno a la violencia feminicida en México
Activistas de Coahuila enlistan las acciones más urgentes para garantizar sus derechos a las mujeres
Hoy toma posesión como presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, la primera mujer en 200 años de historia de México. Sin embargo, los retos y pendientes en derechos de las mujeres no son cosa menor: feminicidios, violencia laboral, brechas salariales, prejuicios, y en general una cultura patriarcal que persiste, son algunos rubros que tendrá que atender, según expertas y activistas consultadas.
La violencia a las mujeres es, quizá, el rubro más preocupante porque culmina en un feminicidio. Desde el 2015 se contabilizan 8 mil 108 víctimas de feminicidio en el país, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Sin embargo, la cifra de mujeres asesinadas es mayor. De 2010 hasta el 2023 fueron asesinadas 44 mil 667 mujeres, de acuerdo con datos del INEGI.
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Rosa María Salazar, titular de la Fundación Luz y Esperanza en Saltillo, dedicada a brindar apoyo vital a mujeres y sus familias en situaciones de riesgo, destacó la necesidad de que Claudia Sheinbaum, como nueva presidenta de México, aborde de manera “urgente” acciones en materia de violencia contra la mujer.
Salazar expresó que la sensibilidad que se espera de una mujer en el cargo se traduzca en acciones concretas. “Aunque no creo que haya diferencias inherentes por ser mujer, sí esperaría una mayor atención a los temas pendientes, como el alarmante aumento de feminicidios durante el último sexenio”, comentó.
La activista enfatizó la importancia de implementar un programa de atención para la prevención de feminicidios.
Adriana Romo, activista lagunera, dijo que también siguen existiendo altos índices de violencia en el ámbito familiar. Desde el 2015 se reciben en promedio cada mes, 17 mil 768 denuncias por violencia familiar en México, según datos del SESNSP.
“Es un delito que no disminuye. Hace falta estrategia preventiva, para detectar, modificar sobre todo la prevención”, comentó Romo.
El delito de violencia familiar afecta a muchas personas, dijo Ariadne Lamont coordinadora de Justiciera por Nuestras Infancias y de Activistas Feministas de La Laguna. Además, ese daño puede terminar en un feminicidio.
Además, Romo explica que la violencia a las mujeres dentro de un contexto no son cosas aisladas, pues una mujer que denuncia violencia familiar está en riesgo de una desaparición, un feminicidio o de violencia vicaria.
En México, por ejemplo, hay registro de 26 mil 139 mujeres desaparecidas según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, que hasta el 30 de septiembre reportaba 115 mil 543 personas desaparecidas.
Ariadne Lamont consideró que un punto débil que deja la administración saliente es la seguridad y calificó de “alarmante” la situación de desaparición de mujeres, adolescentes, niñas y niños.
“Es algo que nos compete a todos. Las niñas que desaparecen van destinadas a la explotación sexual, una que otra con fines de tráfico de órganos. La mayoría va para trata. Es un problema vigente, y esperaríamos un enfoque que conduzca a la disminución de este flagelo”, opinó.
OTRAS VIOLENCIAS
Adriana Romo comentó que hay otras violencias a las que no se les da tanta importancia como los feminicidios, como la violencia escolar o la violencia laboral.
En 2021, en la última Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) se encontró que del total de mujeres de 15 años y más, 70.1 por ciento ha experimentado al menos un incidente de violencia, que puede ser psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación en al menos un ámbito y ejercida por cualquier persona agresora a lo largo de su vida.
La violencia psicológica es la que presenta mayor prevalencia (51.6%), seguida de la violencia sexual (49.7%), la violencia física (34.7%) y la violencia económica, patrimonial y/o discriminación (27.4%).
De acuerdo con la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) del INEGI, tres de cada 10 mujeres han enfrentado violencia laboral a lo largo de su vida. El tipo de violencia que reportan las mujeres con mayor frecuencia es la discriminación por razones de género, que se refleja en situaciones como tener menos oportunidades que un hombre para ascender o recibir un menor pago que sus pares hombres.
Ariadne Lamont mencionó los problemas de la sustracción de menores y la violencia vicaria, que, aseguró, viven muchas mujeres. Y dijo que, aunque se trata de delitos del fuero común, muchas veces no sabe para dónde voltear.
LUCHAR CONTRA EL SISTEMA
Adriana Romo consideró que a pesar de que Claudia Sheinbaum es la primera presidenta mujer en el país, al interior de las estructuras de gobierno no deja de existir una cultura patriarcal, por lo que señaló que sigue preocupando lo que no se ve: los prejuicios o los cuestionamientos que pueda enfrentar por el hecho de ser mujer.
Inclusive, adelantó que estará más observada por las mismas mujeres, sobre todo grupos organizados y grupos feministas
“No se alcanza a entender que las mujeres estamos con un rezago para acceder a muchos derechos”, aseguró.
Esto se refleja, por ejemplo, en las brechas laborales y salariales. En México, 17.2 millones de mujeres se dedican exclusivamente a las tareas del hogar, en contraste con 992 mil hombres que se dedican a estas labores de manera exclusiva. Es decir, hay 17 veces más mujeres que hombres en esta situación, según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
De acuerdo con la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) del INEGI, nueve de cada 10 personas que abandonan el mercado laboral por realizar tareas de cuidados son mujeres.
Y con la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH), se indica que por cada 100 pesos que gana un hombre, una mujer recibe 65 pesos.
Romo dijo que los programas preventivos tendrían que ser amplios desde contextos como la niñez y las escuelas, que es donde, comentó, se empieza a gestar la misoginia.
Salazar hizo un llamado para revisar y actualizar el programa de violencia existente, sugiriendo que se implemente un enfoque realista y efectivo que abarque desde la educación hasta la erradicación de la violencia.
LEGISLACIONES PENDIENTES
Para Adriana Romo, existe el pendiente de armonizar las leyes entre federación, estados y municipios, pues contó que es “desesperante” que cada dependencia camine por su lado y no haya coordinación, por ejemplo, entre delitos como feminicidios y personas desaparecidas.
“Con la elevación al rango de instituto a Secretaría de la Mujer, quizá haya más capacidad para articular las acciones de leyes y de políticas públicas respecto a las mujeres. Con mayor impacto y coordinación”, comentó.
Rosa María Salazar subrayó que es vital que el Poder Judicial se ajuste para fortalecer el apoyo a las mujeres y que se incrementen los recursos en las fiscalías para aumentar el número de ministerios públicos para la atención de las mujeres y se fortalezcan, además, las comisiones estatales de atención a víctimas para que haya más asesores o asesoras jurídicas para su atención.
Ariadne Lamont añadió que es necesario que se despenalice y se legalice realmente el aborto en todo el país, pues señaló que hay casos como el de Coahuila en que está despenalizado, pero todavía aparece en el Código Penal. Además, tampoco está en la Ley de Salud.
“Es inconstitucional criminalizar, pero sigue penalizado porque está en el Código Penal. Todas las mujeres que decidan abortar puedan ser atendidas en un hospital con todo lo que deben tener”, expresó Lamont.
Sin embargo, dijo que son las organizaciones de la sociedad civil las que hacen los acompañamientos cuando se esperaría que fueran los gobiernos. “Esperaríamos con más ganas ahora que tendremos una presidenta mujer”, dijo.
Salazar reconoció que el programa de refugios ha sido una herramienta valiosa, pero subrayó que se requieren medidas adicionales, incluyendo capacitación para quienes atienden casos de violencia, para evitar que estos escalen a feminicidios.
“Necesitamos un programa integral que no solo aborde a las víctimas directas, sino también a las víctimas indirectas, un aspecto que ha sido una deuda desde los casos de Ciudad Juárez”, añadió.
Otro punto a atender, agregó Lamont, son los apoyos a los refugios, pues dijo que hay lugares que dicen tener 80 mujeres internadas solo para que la federación les dé 8, 9 millones de pesos. Asimismo, dijo que se tiene que buscar la forma de que quien salga de la casa sea el agresor, y no la mujer y los niños.
“Hay países donde obligan al señor a irse de la casa. Son pendientes que aunque no le tocan, esperaríamos que en algún momento hubiera una acción, un pronunciamiento”.
Que ahora que es parte del gabinete, recibiera más recursos. El instituto trabajó con pocos recursos y haciendo un trabajo encomiable.
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