Bendice Obispo de Saltillo a 12 aspirantes a diáconos

El obispo de Saltillo, Hilario González García dio la bendición a 12 candidatos a diáconos permanentes, quienes asumieron el compromiso de terminar su preparación y les recordó que el llamado a seguir a Jesús requiere de líderes fuertes en el espíritu que nos guíen hacia Él con un propósito de vida al servicio de Dios.

Es importante una pureza de cuerpo y alma, que facilite captar la mirada de Jesús para confiarnos una misión y como aspirantes a diáconos ahora entran en un proceso de purificación. El cuerpo no es para fornicar, sino para servir al Señor para bien de todos con pureza de mente, cuerpo, alma y sentidos para unirse al Creador, indicó el Obispo.

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“Somos su templo y su digna habitación, su templo de vida, pero pensamos que somos libres de actuar como me plazca, olvidando el propósito de vida que nos señala la palabra divina, y no se vive con dignidad de creyentes, de hijos de Dios”, expresó.

“Jesús ha puesto su mirada en nosotros para seguirlo cada quien en su vocación específica, nos ha llamado por nuestro nombre y nos ofrece vivir con Él, con una presencia en el mundo a la manera de Jesús, siendo misioneros de su Evangelio y permanentemente estar con Él. Respondamos con entusiasmo y pongamos la mirada en Jesús para entregarnos en sintonía con Él”, propuso en su mensaje el religioso.

Durante la misa celebrada en la Catedral de Saltillo, los 12 aspirantes a diáconos, respondiendo al llamado de Dios, aceptaron seguirse preparando plenamente para servir en cuerpo y alma a la Iglesia, mientras que las esposas aceptaron acompañarlos en este proceso de preparación y crecimiento espiritual para hacer realidad un propósito de vida. De esta manera, recibieron la bendición a fin de que puedan convertirse en diáconos, y con su palabra y ejemplo sirvan a la iglesia, haciendo suyo el ministerio evangélico.

El diácono, que significa “servidor”, puede ser casado o soltero. En los próximos dos años deberán estudiar la Palabra de Dios, realizar acolitado, apostolado con el acompañamiento de un sacerdote para recibir la ordenación diaconal.

“Ahorita son laicos, el hecho de ser candidatos significa que ya es formal el ser tomados en cuenta para la ordenación diaconal. El diácono permanente tiene la posibilidad de predicar el Evangelio, dar catequesis, asistir en la Santa Misa, dar la comunión, ser ministro en el bautismo y ser testigo cualificado en el matrimonio”, indicó el Obispo.