Buscan no perder certificación de USDA en Coahuila tras cerco sanitario
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El cierre de las fronteras estadounidenses a la carne producida en México ha sumido a los productores de la región en una crisis. A pesar de los esfuerzos, el cerco sanitario sigue en vigor, lo que ha obligado a los ganaderos a malbaratar las cabezas de ganado que originalmente estaban destinadas a la exportación.
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“Este impacto es muy fuerte y directo para los productores, especialmente en la región sureste, que históricamente se ha destacado por su actividad ganadera, al igual que las zonas centro y norte del país”, expresó José Rodolfo Arizpe.
Actualmente, los precios están cayendo drásticamente, y los animales se venden a mitad de su valor habitual. Con estos precios, los ganaderos ni siquiera logran recuperar la inversión realizada en cada animal.
“Antes, un semoviente destinado a la exportación se comercializaba entre 15 y 16 mil pesos; ahora, no pasa de 8 o 9 mil pesos. Mantener la certificación del USDA para seguir exportando nos costó mucho, y con estos problemas, esperemos no perderla”, señaló el director de Desarrollo Rural de Ramos Arizpe.
A nivel estatal, se han implementado políticas de apoyo, como la mejora genética, para asegurar que la carne de res cumpla con los estándares de exportación, una medida que ahora está en peligro.
“Hemos trabajado en la mejora genética a través de la entrega de sementales, pero los pequeños y medianos productores se están viendo forzados a vender únicamente para corrales de engorda, lo que afecta gravemente a la calidad y futuro de la producción”, concluyó Arizpe.