Casa del Migrante de Saltillo está saturada: Alberto Xicoténcatl

La Casa del Migrante de Saltillo, que tiene capacidad para atender a 120 migrantes, desde octubre pasado alberga a más de 200 personas por día, incluyendo familias completas de países centroamericanos que buscan llegar a la frontera en busca de cumplir el sueño americano.

Alberto Xicoténcatl Carrasco, director del albergue, señaló que desde que llegó la actual administración del Gobierno Federal, los albergues que brindan servicios a personas indocumentadas en municipios fronterizos dejaron de recibir recursos federales para cumplir con los objetivos.

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Se mantienen abiertos y funcionando gracias a los donativos de la sociedad civil y al trabajo solidario de personas altruistas que colaboran sin cobrar un peso.

“Tuvimos un crecimiento muy significativo a partir de octubre. Estamos empezando noviembre y se mantiene ese incremento de personas. Estábamos albergando todos los días un máximo de 120 personas y ahora estamos atendiendo por día a más de 200 personas. Es un incremento muy alto. No sabemos si la cifra se mantendrá por el resto del año”.

Desde el sur del país vienen varias caravanas masivas de migrantes conformadas por tres mil a cinco mil personas y es posible que Coahuila, por ser estado fronterizo con Estados Unidos, se vea impactado por esos contingentes, aunque las más recientes fueron disueltas por la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración.

“Desconocemos si llegarán por caravanas o llegarán como lo están haciendo en estos momentos, que son pequeños grupos de 20, 30 personas, que prácticamente no son visibles. Siguen siendo personas hondureñas, de Nicaragua, vuelve la presencia de caravanas haitianas y de Guatemala”. El arribo de personas de África y de Asia también ha sido visible, aunque son casos aislados.

“Nuestra capacidad es de 120 personas, no tenemos camas y la gente duerme en colchonetas. Estamos muy saturados ahora. Desde que llegó el presidente Andrés Manuel López Obrador eliminó todos los apoyos para los espacios de protección a las personas migrantes. Esos apoyos nunca los recibimos en Saltillo; solo existían para las casas de migrantes en municipios de la frontera norte de México”, apuntó.

Ahora, todos los albergues buscan la manera de sobrevivir con el apoyo de donativos de la sociedad, colaboradores altruistas y médicos que ofrecen servicios de salud sin cobrar por ello. Incluso hay organizaciones internacionales que hacen llegar diversos tipos de ayuda.

“Sobrevivimos con lo que cada asociación puede generar. Sin la comunidad, sería imposible seguir trabajando. Vivimos de las donaciones de medicamentos, alimentos, ropa, calzado y el trabajo voluntario de médicos”, apuntó.