Coahuila: prevén pandemia de depresión; niños y jóvenes se aíslan por las redes e internet
Los niños y jóvenes se están aislando del núcleo familiar y social por las horas prolongadas que utilizan las redes sociales e internet, cuya falta les provoca ansiedad y depresión; además, pierden la capacidad para comunicarse y socializar, incluso, rechazan el contacto físico de un saludo de manos o un abrazo.
La psicóloga Berenice de la Peña, investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Coahuila, informó que la Organización Mundial de la Salud prevé una pandemia de depresión para el 2030 y México ya está entrando en ese proceso.
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“Vemos cada vez más estadísticas donde la gente se encuentra más triste, más desmotivada, donde no hay tanto contacto con las demás personas, hay aislamiento, la demanda de servicios psiquiátricos se incrementa, la mayoría de las personas están bajo medicamentos que les puedan ayudar a mejorar su calidad de la salud mental. Estos son los signos que nos van diciendo que vamos avanzando hacia esa pandemia de depresión que la OMS prevé para el 2030”, expresó.
El problema es que, en ocasiones, ni siquiera las propias personas son capaces de identificar que están en un proceso de ansiedad, en un cuadro depresivo, por lo tanto, no acuden al especialista para recibir la ayuda adecuada que les brinde estabilidad emocional.
“Hemos normalizado muchas situaciones de cómo nos sentimos, de cómo nos expresamos y, en muchas ocasiones, la gente se va con lo que Facebook, Instagram o TikTok mencionan, con personas que no son especialistas en salud y, a veces, la persona se auto-diagnostica con depresión cuando no está en ese grado”, puntualizó.
Refirió que el aislamiento social se da porque, en ocasiones, ni siquiera se cuenta con recursos para movilizarse y acudir a puntos de encuentro y también surge por el uso de equipos electrónicos que acercan a personas que están lejos, pero también alejan del círculo familiar inmediato.
“Hemos olvidado el diálogo, la plática, la convivencia y cuando nos enfrentamos a ese tipo de escenarios, en muchas ocasiones, ya no contamos con herramientas o habilidades para continuar con la socialización. Desafortunadamente, estamos viendo más índices donde esta población (niños y jóvenes) tienen más signos de depresión, de ansiedad, y aumentan los intentos de suicidio”, expuso la especialista.
Añadió que a los bebés les facilitan los celulares para que se entretengan y se rompe la interacción con el padre o la madre. Ahora, indicó, hay jóvenes que rechazan el contacto físico con los demás: niños y jóvenes hacen berrinches y se vuelven irritables si no tienen acceso al celular, a las redes sociales, y se debe a que no se imponen límites.
