Coahuila: Protege lactancia del cáncer de mama, afirman expertos

Uno de los elementos más destacados dentro de la prevención primaria del cáncer de mama es la lactancia materna. Aunque sus beneficios para el bebé son ampliamente conocidos, también representa un importante factor protector para la salud de la mujer, al contribuir a reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad.

En entrevista con el coordinador estatal de Salud Reproductiva, Abel de la Garza, se detallaron las estrategias de prevención primaria y secundaria que se impulsan en Coahuila, con especial énfasis en los factores de protección, como la lactancia, así como las metas de detección establecidas para este año.

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El especialista explicó que durante el periodo de lactancia los niveles de estrógeno y progesterona en el organismo femenino disminuyen de manera considerable.

“Estas hormonas, que se encuentran muy elevadas durante el embarazo, son bioestimuladoras de cáncer cuando se mantienen por periodos prolongados, ya que favorecen el crecimiento celular mamario y aumentan el riesgo de mutaciones. Por lo tanto, el acto de lactar reduce la proliferación celular en las mamas, funcionando como un factor protector”, señaló.

La generación de acciones preventivas resulta fundamental, pues cada año Coahuila registra cientos de casos de cáncer de mama. De acuerdo con los informes más recientes, al cierre de 2024 el estado presentó una tasa de 22.3 muertes por cada 100 mil mujeres mayores de 20 años residentes en la entidad. En ese mismo año, Coahuila ocupó el cuarto lugar a nivel nacional en número de fallecimientos por tumores malignos en la mama, según los registros hospitalarios y civiles.

Además de las acciones encaminadas a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad, De la Garza informó que la Secretaría de Salud cuenta actualmente con cinco mastógrafos en funcionamiento en el estado: tres de ellos fijos, ubicados en los hospitales generales de Piedras Negras, Torreón y Saltillo, y dos móviles que permiten ampliar la cobertura en zonas rurales y alejadas.

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Con el objetivo de fortalecer la detección temprana, la dependencia estatal prevé cerrar el mes de octubre con 7,800 mastografías realizadas en todo el territorio coahuilense, además de 10,000 exploraciones clínicas en clínicas de mama. Estas cifras representan un incremento notable en comparación con el año anterior, cuando se llevaron a cabo 5,300 mastografías. “El personal de salud está capacitado para aplicar la técnica de exploración clínica, la cual forma parte de la prevención secundaria”, puntualizó.

PREVENCIÓN Y FACTORES DE RIESGO

En cuanto a la prevención primaria, la Secretaría de Salud impulsa estrategias dirigidas a identificar y mitigar los factores de riesgo conocidos, con el fin de evitar la aparición de la enfermedad. Entre las recomendaciones se incluyen mantener un peso saludable, evitar el sedentarismo y reducir el consumo de alimentos con alto contenido de grasas.

El doctor De la Garza precisó que entre los factores de riesgo más relevantes se encuentran los antecedentes familiares, es decir, cuando la madre, abuela, tías o hermanas han padecido la enfermedad. También influyen haber tenido la primera menstruación antes de los 12 años, no haber tenido hijos o haber tenido el primer embarazo después de los 35 años, así como el consumo excesivo de alcohol y tabaco.

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Por otra parte, la prevención secundaria se enfoca en la detección temprana mediante exámenes periódicos. La autoexploración mamaria es una práctica fundamental y debe realizarse al menos una vez al mes para que la mujer conozca su anatomía normal y pueda identificar rápidamente cualquier cambio, como la aparición de un bulto, un lunar inusual, alteraciones en la coloración o secreciones. La exploración clínica, realizada por personal capacitado, se recomienda a partir de los 25 años y debe efectuarse cada año, conforme a los lineamientos internacionales.

En el caso de las mastografías, la recomendación es que las mujeres de entre 40 y 69 años se realicen este estudio de manera periódica. Sin embargo, si una mujer presenta cambios en la piel o detecta alguna alteración, la mastografía debe efectuarse aun cuando sea menor de 40 años, o si así lo indica el médico con base en la historia clínica.

En lo referente a los tratamientos, De la Garza explicó que estos dependen del tipo de cáncer, su localización y la etapa en que se diagnostique. Las opciones incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia, bioterapia, terapias moleculares dirigidas e inmunoterapia.