Coahuila: relegan a PyMES mexicanas renta de espacios industriales en la Región Sureste
En la Región Sureste de Coahuila, los empresarios mexicanos, principalmente aquellos con pequeñas y medianas empresas (PyMES), están enfrentando una creciente discriminación en el proceso de arrendamiento de espacios industriales, reveló para Vanguardia un agente inmobiliario a condición de anonimato.
La complejidad y las exigencias desproporcionadas impuestas por los propietarios de espacios en parques industriales y naves han dificultado el acceso a estos espacios.
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Según el entrevistado, el fenómeno no es nuevo en la región, pero ha cobrado una mayor relevancia en los últimos años debido a cambios en el modelo de negocio de los parques en el que los propietarios, que en su mayoría son individuos locales que han invertido en la construcción de naves y bodegas de entre 500 y 3 mil metros cuadrados, prefieren arrendar sus espacios a empresas con garantías financieras sólidas, dejando a las PyMES mexicanas en desventaja.
Debido a la falta de un equipo jurídico robusto, los propietarios prefieren inquilinos con una capacidad de pago más fiable, lo que frecuentemente excluye a las empresas locales que están en etapas iniciales de desarrollo.
Por otro lado, las empresas mexicanas que buscan arrendar espacios más grandes, generalmente superiores a los 3 mil metros cuadrados, también enfrentan barreras significativas, pues los parques industriales de mayor tamaño suelen estar manejados por grandes desarrolladores o fondos de inversión extranjeros, que han modificado sus modelos de operación en los últimos tres años y ahora en lugar de vender terrenos buscan rentar los espacios e invertir los fondos obtenidos en la construcción de naves industriales a través de un esquema de financiamiento basado en capital extranjero.
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Este cambio en el modelo de negocio significa que los espacios industriales en grandes parques son financiados a través de fondos de inversión, conocidos como FIBRAS, que requieren que los contratos de arrendamiento estén dolarizados asegurando, de esta manera, que los contratos puedan ser utilizados como garantía para obtener nuevos financiamientos.
La dolarización de los contratos y las exigencias adicionales, como depósitos grandes y cartas de crédito que afectan la línea crediticia de las empresas, han perjudicado a muchas empresas mexicanas que buscan un lugar de arrendamiento en la región, pues debido a que los bancos y las FIBRAS extranjeras prefieren arrendar a corporaciones multinacionales o grandes empresas con una sólida reputación crediticia, los propietarios de los espacios les han cerrado las puertas, dejándoles en una posición desfavorable.
El agente consultado destacó que las empresas mexicanas que no pueden cumplir con estos requisitos rígidos enfrentan dificultades para competir en el mercado, lo que afecta su capacidad para crecer y desarrollar sus operaciones.
El impacto por esta discriminación en el arrendamiento de espacios industriales es significativo para el ecosistema empresarial local ya que las PyMES, que juegan un papel crucial en la economía regional, se han visto limitadas lo últimos años, lo que puede llevar a una pérdida de oportunidades de negocio y empleo en la comunidad.
