Coahuila: uno de cada dos diabéticos que han sido amputados corre riesgo de segunda disección
El pie diabético, una de las principales complicaciones en los pacientes, causa entre el 20 y el 30 por ciento de los internamientos hospitalarios, intervenciones quirúrgicas, costos de atención y defunciones: una amputación por debajo de la rodilla tiene una tasa de mortalidad del 20.8 al 35.5 por ciento a 1 año, y un paciente amputado tiene el riesgo de una segunda amputación del 30 al 50 por ciento en los siguientes 5 años.
Tras una amputación mayor, la tasa de mortalidad en los siguientes 3 años es del 20 al 50 por ciento y del 70 al 80 por ciento durante los siguientes 5 años; además, aumenta el riesgo de infarto y es mayor si la disección es por encima de la rodilla; asimismo, cuanto mayor es la glucemia, previo al momento de la amputación, mayor es la probabilidad de muerte en los siguientes 5 años.
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Estudios en hospitales públicos y privados indican que la mortalidad después de la amputación es del 13 al 40 por ciento en el transcurso de un año y del 35 al 65 por ciento en 3 años.
El estudio “Asociación entre dependencia física y calidad de vida en pacientes con amputación secundaria a pie diabético”, realizado entre la UNAM y el IMSS (2021), año, refiere que el 80 por ciento de las amputaciones que se realizan en el sector salud son en pacientes diabéticos; estas cirugías se incrementan con la edad, 2 o 3 veces más en quienes tienen de 45 a 65 años y 7 veces mayor de 65 años en delante, en comparación con menores de 45 años.
El objetivo de una amputación es salvar la vida, sin embargo, es un procedimiento catastrófico que tendrá un gran impacto en la calidad de vida y puede ser emocionalmente devastador para las personas. Se advierte que la presencia de pies en riesgo y el persistente descontrol del azúcar lleva a un avance acelerado de complicaciones y los casos de pie diabético son cada vez más frecuentes.
Otro dato del Departamento de Salud Pública de la UNAM indica que el 50 por ciento de los pacientes acude al médico demasiado tarde para salvar la extremidad y la mayor afectación se presenta en personas de bajos recursos por elevado consumo de grasas y refrescos, que sufren 2.5 veces más úlceras y 5.4 veces más amputaciones, y la pérdida visual es 1.72 veces más frecuente que en personas de estrato económico alto.
Asimismo, el Instituto Nacional de Rehabilitación refiere que el 70 por ciento de las disecciones derivan de una lesión primaria en el pie no atendida a tiempo, y que cortar una pierna no elimina el problema, pues diversas complicaciones pueden terminar con la pérdida de la otra.
Las amputaciones por pie diabético son la primera causa de estancia hospitalaria prolongada y la que más gasto genera y uno de cada dos pacientes que entra a los sistemas de salud en México por pie diabético va a salir sin una extremidad, informa la Sociedad Mexicana de Angiología y Cirugía Vascular y Endovascular.
VANGUARDIA publicó que el año pasado se registraron 628 amputaciones en Coahuila, en el IMSS y en los hospitales generales del Gobierno del Estado, en dedo de pie, por encima y por debajo de la rodilla, además de la amputación de un pene, entre otros procedimientos en pacientes diabéticos.