Proscritos aun antes de la nueva Ley Antitabaco, el uso de vapeadores persiste a pesar de la falta de regulaciones, las prohibiciones de importación y de ser perseguidos hasta por el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Estas medidas que restringen su uso, sin embargo, parecen alimentar un creciente mercado informal del producto. Y sumado a los amparos por contravenir el libre desarrollo de la personalidad, solo parecen comprar más popularidad.
En torno al tema, y con las nuevas limitaciones a los cigarros tradicionales, cabe preguntarse ¿en dónde quedan los vapeadores?, ¿es ilegal comprarlos y usarlos?, ¿son saludables o nocivos?, ¿de verdad sirven para dejar la adicción a la nicotina? Vanguardia consultó a varios expertos para que usted, lector, tome una decisión propia e informada.
HABLEMOS DE LA SALUD
Para el subsecretario de Regulación y Fomento Sanitario de la Secretaría de Salud en Coahuila, Sergio de la Parra Juambeltz, no se cuenta con las herramientas e instrumentos jurídicos suficientes para erradicar su uso.
“No solamente están prohibidos los vapeadores por Salud, sino por el SAT. Está prohibido importarlos. No pagan impuestos. Es un problema de evasión de impuestos también. Desde antes de los cigarrillos (por la ley antitabaco), los vapeadores ya estaban prohibidos. No solo por el daño, sino por los impuestos y que estaba prohibido por hacienda el que se pudieran importar en cualquier parte del país”, dice.
Lo que todo mundo quiere saber: ¿hacen daño o no?
La organización civil MexVap obtuvo evidencia a través de una solicitud de información contenida en https://mexvap.org/inai/, de la inexistencia de casos (al menos en el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez) de la llamada EVALI o Lesión Pulmonar Asociada al Uso de Productos de Vaporización.
Aquí cabe precisar algo importante. La EVALI, de acuerdo la Organización Mundial de la Salud, es una afección médica grave en la cual los pulmones de una persona se dañan a causa de las sustancias contenidas en los Sistemas Alternativos de Consumo de Nicotina (SACN), Sistemas Electrónicos Alternativos de Nicotina (SEAN) y Sistemas Similares Sin Nicotina (SSSN).
La Red de Laboratorios del Tabaco (TobLabNet) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el contacto con el propilenglicol puede irritar la piel y los ojos, mientras que la exposición puede causar dolor de cabeza, congestión nasal y la sensación de estar mareado.
A altos niveles puede interferir con la capacidad sanguínea de transportar oxígeno, causando dolor de cabeza, cansancio, mareo y piel y labios azulados.
Sus efectos, precisa la fuente, pueden comenzar días o semanas después de usar un producto y, en su etapa inicial, pueden asimilarse a la neumonía por sus síntomas como tos productiva, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar.
Para la química Paola Rodríguez Ojeda, “al menos estas dos sustancias no se consideran peligrosas o bien son sustancias seguras”, pues son usadas en muchos cosméticos y hasta medicamentos porque son degradables fácilmente en el organismo.
“El exceso del propilenglicol puede causar irritación en la piel como muchas otras sustancias, mientras que la glicerina sólo es un humectante”, expresó la licenciada en ciencias químicas.
De acuerdo con otras fuentes consultadas, el común denominador en estudios es que no se ha obtenido suficiente evidencia de que causen este u otros males concretos.
Pero eso no lo es lo que considera Sergio de la Parra, quien se mantiene firme en que los vapeadores no son una opción sana.
El médico considera que el riesgo principal está en la cantidad de las sustancias que utilizan, y que el sabor no es el determinante. “Todo vapor que entra de esa manera a los pulmones ocasiona daños irreversibles”, precisa.
Un elemento a destacar en ese sentido es que no solo los vapeadores generarían un tipo de daño, sino cualquier otro aparato o fuente de vapor que concluya en la ingesta del mismo.
Por otro lado, una de las dudas más frecuentes es si realmente ayudan como un sustituto del tabaco o a eliminar la práctica de fumar. El doctor comenta que:
“Este tipo de aparatos no tienen ninguna sustancia que ayude a la salud, al contrario, por eso están prohibidos junto con los cigarrillos, los puros y las pipas”.
De la Parra agrega que en algunas ocasiones se han recibido denuncias anónimas sobre presuntos puntos de venta de vapeadores, pero es complicado atenderlas. En primera instancia, considera, porque corresponde al orden federal legislar al respecto. En sagunto término porque cuando acuden a un negocio, a un domicilio que ha sido reportado de manera anónima, esconden el producto o se mueven.
Según la organización MexVap, las instituciones de salud no cuentan con evidencia ni registros de los daños presumiblemente ocasionados por los vapeadores. De forma general, los informes de la Secretaría de Salud se enfoca en los daños causados por todos los productos asociados al tabaco como cáncer (boca, faringe, laringe, esófago, pulmón, riñón, vejiga), padecimientos cardiovasculares (enfermedad coronaria), y enfermedades respiratorias crónicas.
¿QUÉ SUSTANCIAS SE UTILIZAN EN LOS VAPEADORES?
Arriba ya se comentó de manera general que el doctor Sergio de la Parra considera como principal riesgo la cantidad y dosis de las sustancias que contienen los vapeadores y que termina ingresando al cuerpo humano.
Y es que a su parecer, cualquier sustancia puede disfrazarse con los olores o sabores agradables que hacen difícil detectar si se trata de componentes nocivos solo por el sentido del gusto.
Él mismo expone que los componentes más utilizados en cigarros electrónicos son la nicotina y el compuesto psicoactivo de la marihuana. Mientras que el primero genera adicción y afecciones pulmonares, explica, el segundo produce euforia.
Junto con las sustancias anteriores, el doctor indica que además hay pequeñas cantidades de metales pesados (como níquel, cadmio, estaño y plomo) que causan efectos irritantes sobre los bronquios, inflamación en los pulmones, alteraciones en la función pulmonar e incluso pueden ser carcinogénicos.
En un análisis de la Food and Drug Administration (FDA) se hallaron cantidades detectables de sustancias cancerígenas y tóxicas que no se declaraban como el formaldehído, otro conocido cancerígeno presente en niveles similares a los observados en los cigarros comunes.
La vaporización puede contener nicotina “enmascarada” en saborizantes, y aromatizantes.
Cuando se inhalan el humo de un cigarrillo, llevan nicotina y otras sustancias químicas a sus pulmones, las cuales entran en el torrente sanguíneo y luego viajan rápidamente al cerebro.
El vapeo sigue la misma ruta, pero en lugar de quemar hojas de tabaco para liberar la nicotina, los cigarrillos electrónicos de plástico usan baterías, que a su vez calientan una resistencia que termina por evaporar el líquido almacenado en un algodón . Es ahí donde las sustancias se convierten en vapor listo para ser inhalado.
De esta forma, los químicos viajan a los pulmones, al torrente sanguíneo y, posteriormente, al cerebro.
Así, es dependiendo de la sustancia, y no del aparato, que se puede generar la adicción.
UN PEQUEÑO VISTAZO A SALTILLO
Además de los datos, duros Vanguardia realizó un recorrido en el primer cuadro de la ciudad para atestiguar qué tan popular es el vapeo.
Sin ceniza, con un ligero olor y con posibilidad de reusarse, se encontraron jóvenes saltillenses que fuman en vapeadores desde los 13 hasta los 25 años en calles y plazas a pesar de las restricciones.
Respecto a los productos, en varios puntos del centro como el Mercado Nuevo Saltillo y otras plazas comerciales se encuentran los mismos vapeadores, filtros, pilas recargables y saborizantes.
En cuanto a los precios, en los locales se encontraron aparatos disponibles desde los 150 hasta 400 pesos. De acuerdo con los vendedores, los principales consumidores son jóvenes de entre 19 y 29 años.
CON TODO Y TODO, ¿QUÉ DICE LA LEY?
Para el abogado Juan Andrés la falta de regulación crea una laguna legal. Considera que esto propicia un mercado negro en cuanto a su venta, se presta a crear redes de corrupción y de contrabando, además también pone en riesgo a sus consumidores, quienes en su mayoría desconocen cuáles son sus componentes y el daño a la salud que pueden generar.
“Es como la regulación de los cohetes, donde está prohibida su venta pero no su quema, sucede igual con los vapeadores, pues aunque su venta está prohibida su uso no está regulado”, comenta.
Lo que hace falta, considera, es implementar una regulación igual a la que ya se ha implementado para la venta, promoción y consumo del tabaco.
“No hay quien lo regule y nadie verifica que efectivamente las sustancias que vienen en ellos son inocuas por el ser humano”, advierte. “Valdría la pena que si ya está ahí y se va a seguir consumiendo, pues que lo regulen y la empieces a controlarla, veas cuáles son los componentes que tienen que vayan acompañados de leyendas como las del tabaco que dice que matan y demás cosas”.
De manera concreta, los vapeadores están prohibidos desde 2008. Esto implica que la comercialización de cigarrillos electrónicos está formalmente prohibida y la instancia facultada para vigilar y sancionar el incumplimiento de esto es la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
En febrero de 2020, la importación de vapeadores quedó prohibida por Decreto Presidencial. Este proscribe la circulación y la comercialización de cigarrillos electrónicos, vapeadores, así como productos análogos, sus mezclas y sustancias (entre otros), al interior del territorio nacional.
En junio de 2021, la Suprema Corte de Justicia echó atrás la prohibición debido a que, en sus palabras, atenta contra el libre desarrollo de la personalidad.
Según la exposición de motivos del Senado para optar por regular y no solo prohibir el uso de vapeadores, “existen informes recientes de enfermedades pulmonares graves en algunas personas que usan cigarrillos electrónicos o dispositivos similares”.
En México, ninguno de los productos catalogados como vapeadores o similares cuenta con la autorización sanitaria de COFEPRIS o reconocimiento por parte de la Secretaría de Salud como productos de riesgo reducido o como una alternativa para dejar de fumar.
SIEMPRE ES BUEN MOMENTO PARA ADVERTIR LOS RIESGOS POR TABAQUISMO (NO VINCULADO NECESARIAMENTE AL VAPEO)
En México cada día fallecen 118 personas a causa del tabaquismo: 43 mil 246 muertes al año que podrían ser evitadas. El consumo de tabaco provoca 16 mil 408 casos de cáncer y 94 mil 033 infartos y hospitalizaciones por enfermedad cardiaca.
Lo anterior de acuerdo con una investigación del Instituto Nacional de Salud Pública.
Para hacer frente a este problema de salud con magnitudes epidémicas, en el 2003 se elaboró el Convenio Marco Para el Control del Tabaco bajo el auspicio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por su parte, en Coahuila la prevalencia global de consumo de tabaco es de 23.5 por ciento, lo que corresponde a 499 mil fumadores. En tanto, 7.9 por ciento del total de muertes producidas por enfermedades en el año en la entidad, son atribuibles a este producto.
Recientemente el Instituto Nacional de Salud Pública reportó que el consumo de tabaco en México, donde Coahuila está entre los primeros 5 lugares con más fumadores, es causante de más de 429 mil casos de nuevas enfermedades al año y se convirtió en el factor más importante de muerte prematura en el país, con más de 63 mil decesos anuales.
Además, el tabaquismo genera un costo médico directo anual de más de 187 mil millones de pesos; un costo de productividad laboral perdida superior a los 51 mil millones de pesos y costos de cuidado informal de más de 19 mil millones de pesos, reporta el Departamento de Prevención y Control de Tabaquismo del INSP.
Al año, el tabaco ocasiona más de 196 mil enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, más de 138 mil cardiovasculares, más de 43 mil cuadros de neumonía, más de 34 mil accidentes cerebrovasculares y más de 14 mil diferentes tipos de cáncer.
Todos estos padecimientos son totalmenteprevisibles.
VOLUMEN DE PRODUCCIÓN DE CIGARROS EN MÉXICO VS VAPEADORES
La consultora de estudios de mercado Euromonitor estima que el número de adultos que usan vaporizadores llegará a 55 millones en 2021.
Hasta septiembre pasado, la organización México y el Mundo Vapeando (Mexvap) compartió a El Financiero que suman casi mil amparos de consumidores para poder tener un acceso legal a los vapeadores, como una medida para dejar el cigarro, pero de estos solo se han resuelto 16.
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