Crónica de una madre: cuando el dolor y la desesperación paralizaron el ‘corazón’ de Saltillo

Cuándo volteas hacia arriba ¿Qué ves? Algunos contemplan la inmensidad del cielo, otros buscan formar siluetas en las nubes.

Sin embargo, las personas que estaban en la calle Acuña, a la 13:30 horas de este 31 de agosto, observaron la ventana de una de las habitaciones en el quinto piso del Hotel San Jorge, donde una mujer embarazada (Rebeca) con un bebé en brazos amenazó con aventarse.

Minutos antes, una llamada alertó al Sistema de Emergencias por un intento de suicidio. De acuerdo con el reporte, Rebeca se comunicó con sus familiares para decirles que acabaría con su vida arrojándose desde la habitación 515, donde se hospedó la noche del 30 de agosto.

Decenas de personas, Bomberos y elementos de la Policía Municipal Preventiva y de la Unidad de Integración Familiar (UNIF) se agruparon esperando que una tragedia o un acto heroico ocurriera.

Nadie deseaba lo primero, tenían fe, pero la tensión era mucha y con el tiempo aumentaba. Cada segundo que pasaba sin poder entrar al cuarto de hotel era mayor la posibilidad de obtener un desenlace fatal.

En cuestión de minutos, se implementó un operativo para rescatar a Rebeca: un par de bomberos subieron al techo para descender desde ahí, bloquear la ventana y evitar que la mujer saltara.

Otro grupo de rescatistas intentó hablar con Rebeca a través de la puerta, pero ella no respondía. Mandaron a pedir otro camión de bomberos con una escalera más alta para ingresar por la ventana y rescatarla a ella y al menor.

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Mientras tanto, las autoridades auxiliaron en todo lo que podían: hicieron trabajo de investigación para contactar a la familia, hablabaron con el personal del hotel para saber el nombre de la mujer e intentaron dispersar a los mirones que aumentaban de poco en poco.

Entre los espectadores, un grupo de jóvenes no mayor a los 18 años se burló de la situación. En el bullicio se escucharon sus risas y un “vieja loca” se repitió una y otra vez.

Quizá por su edad o por el tabú de la salud mental y la importancia de su cuidado, no sabían que Rebeca podía sufrir los detonantes para el suicidio: estrés, ansiedad o depresión, que aumenta la posibilidad de que una persona atente contra su vida o la de sus seres queridos, como en este caso que se presentó.

Pero en el lugar no solo ellos miraron atentos, también un hombre y su familia especularon al respecto “sabe que traía. Gritaba que se iba a aventar, que se quería matar, sabe que pensará”.

Tal vez ellos, al igual que muchos de los presentes, desconocen lo que los psicólogos como Bere De la Peña, experta en psicología y directora de la Facultad de Psicología de la UAdeC, saben que la persona que atenta contra su vida no es que se quiera matar, sino que busca salir de un problema, busca escapar, pero al verse abrumada piensa en terminar con sus problemas de esta manera.

Y era justo lo que podía pasar, pero personal de la UNIF logró hablar con Rebeca y la persuadió de abrir la puerta bajo el pretexto de necesitar una identificación. Cuando ella abrió, fue asegurada por las autoridades y los Bomberos, quienes también verificaron que el bebé estuviera fuera de peligro.

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El camión de Bomberos estaba preparado para iniciar las maniobras, pero una oficial de la UNIF salió por la puerta principal del hotel con el bebé en brazos y se apresuró a ingresar a la unidad para realizar el traslado del menor a un hospital.

Su trayecto fue alardeado: sonaron aplausos, que rápidamente fueron apagados por el ruido de la sirena que salió de la calle Acuña, dejando atrás a los camiones de bomberos y al resto de las unidades.

Pero la situación aún no estaba bajo control: faltaba el traslado de la mujer.

Rebeca fue ingresada en un vehículo particular para llevarla a un centro de salud mental. Mientras ella y las autoridades salían del estacionamiento, se escuchó otro “vieja loca” de algunos inquisidores que no saben que nadie está excento de sufrir una crisis que nos puede poner al borde del abismo.

Que no saben que actualmente la salud mental no solo es para personas que tienen algún padecimiento, y que puede disminuir la ola de suicidios que han incrementado en la Región Sureste.