Dan último adiós a doña María Alicia Villarreal de López: ‘Desde allá cuida y vela por todos nosotros, mamá’

Con una misa de cuerpo presente celebrada esta tarde, familiares y amigos dieron el último adiós a María Alicia Villarreal de López, quien fue recordada por su gran amor y dedicación a su familia y a su esposo, Isidro López del Bosque.

La misa fue oficiada por su hijo, el sacerdote Mario López Villarreal, quien aprovechó la ocasión para agradecer a Dios por la vida de su madre, quien dedicó su vida a criar a sus 12 hijos con fe, cariño y motivación para que siempre dieran lo mejor de sí mismos.

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“Mi madre siempre encontraba fuerzas en la fe para superar momentos difíciles”, destacó Mario.

María Alicia, conocida cariñosamente como “Mamía” por su familia, dejó un legado de amor a sus 12 hijos, 47 nietos y 43 bisnietos, quienes manifestaron siempre haber sido recibidos por ella con una sonrisa, haciéndoles saber que siempre fueron lo mejor para ella.

“Siempre nos acogió con una sonrisa y nos hizo sentir lo mejor para ella”, recordó uno de sus hijos.

Mario llamó a sus 11 hermanos para rociar con agua bendita el féretro donde descansaba su madre como un gesto simbólico de despedida. Posteriormente, los hijos de María Alicia se dirigieron al estrado para compartir sus recuerdos y destacar su disciplina a lo largo de sus 92 años de vida.

“Creo que nunca terminaría de darte las gracias por tantas cosas, mamá, pero creo que lo que más nos llena de gratitud es que Dios nos regaló que fuera nuestra madre. Estamos seguros que ya gozas de la presencia de Dios, desde allá cuida y vela por todos nosotros”, dijo su hija Cecilia López.

“Solo te quiero decir, mamá, que no te preocupes por mis hermanos, voy a cuidar de ellos en mis posibilidades y en mis facultades y lo que Dios me deja. Los voy a cuidar y a mis tíos también. Vete tranquila, mamá”, agregó Bernardo López, entre lágrimas.

Además de ser una madre ejemplar, “Mamía” también fue una abuela amorosa, recordada por sus 47 nietos con cariño y gratitud.

Luly López, mencionó que la vida de su abuelita es un gran ejemplo para muchas mujeres. “Fue una mujer de mucha fe, siempre tomada de la mano de Dios y siempre viendo cómo ayudar a su comunidad. Lo más importante para ella siempre fue una familia unida y cercana a Dios”, dijo.

“Gracias por los domingos de verano llenos de albercadas, papitas, paletas de hielo y juegos infinitos, por tu paciencia con cada travesura, por las navidades rodeados de amor y diversión, por las comidas deliciosas en tu casa con pay de limón y de mango. Por los abrazos y besos, por ser una pieza clave en darnos una infancia hermosa, por acompañarnos mientras crecíamos y darnos a cada uno un lugar muy especial en tu corazón”, agregó otra de sus nietas.

El obispo de Saltillo, Hilario González, reconoció en María Alicia un modelo de compasión, generosidad y servicio, al igual que en su esposo Isidro López, quienes fueron ejemplo de generosidad cristiana.

Enrique Martínez y Morales señaló que María Alicia fue una mujer muy querida por toda la sociedad saltillense y será recordada como una señora muy humana y sensible que forjó asociaciones a beneficio de los más necesitados.

Blas Flores, por su parte, señaló que María siempre estuvo dispuesta a apoyar a todas las buenas causas educativas y de la comunidad, por lo que será recordada como una mujer que siempre vio por el bienestar de los saltillenses.

Por su parte, María Barbara Cepeda consideró que “Mamía” es un gran ejemplo para