Deja de sonar a ficción la falta de agua, afirma diputado federal por Coahuila
Compromete la producción de alimentos y la vida, dice Jaime Bueno Zertuche
En 2010, en el País la disponibilidad de agua anual per cápita pasó de 10 mil metros cúbicos en 1960, a 4 mil en el 2012 y para 2030 disminuirá a 3 mil metros cúbicos por habitante al año, informó el diputado federal Jaime Bueno Zertuche, al señalar que el temido “Día Cero” deja de ser una ficción para convertirse en una realidad.
En el marco del Día Internacional del Agua, celebrado este viernes, señaló que la salud pública, el desarrollo y productividad económica, los sistemas alimentarios y energéticos y la preservación del medio ambiente dependen de la gestión adecuada del líquido.
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A nivel mundial, cerca de 2 mil millones de personas carecen de servicios de agua potable suministrados de manera segura, 3 mil 600 millones no cuentan con servicios de saneamiento seguros y 2 mil 300 millones carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos.
Desafortunadamente, nuestro País no está exento de este grave problema que amenaza la vida, la salud y el desarrollo pleno de millones de mexicanos y que además pone en riesgo el desarrollo económico de todas las regiones. Según datos de la ONU y la UNICEF, el 57 por ciento de los hogares en México no tiene acceso al suministro de agua gestionado de manera segura y el 43 por ciento carece de saneamiento seguro, desglosó el legislador.
El Instituto Mexicano para la Competitividad advierte una disminución preocupante en la disponibilidad del líquido a partir de 1960 por la explosión demográfica, que llevó al gobierno mexicano a implementar la campaña “La familia pequeña vive mejor” en la década de los 60, al advertir los riesgos en el suministro de satisfactores básicos, como agua y alimentos y en el crecimiento desordenado de las ciudades.
“Fenómenos como el cambio climático generan cada vez mayor escasez de agua, por un lado, y por el otro, ocasionan más frecuentes desastres naturales vinculados al líquido. Una mala gestión, la falta de recursos públicos y un sistema de monitoreo e información confusos y deficientes pueden agravar el problema”, advirtió.
“Las sequías que tanto afectan al campo, a los productores agrícolas y ganaderos, así como la falta de inversión y una estrategia de comunicación desarticulada, arrastran a nuestro País a una profunda crisis e incertidumbre, donde el temido ‘Día Cero’ deja de sonar a ficción y se convierte en una realidad para miles de mexicanas y mexicanos, para quienes tener agua todos los días es un privilegio”, lamenta.
Señaló que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Comisión Nacional del Agua deben reforzar los programas de mantenimiento y modernización de la infraestructura hidráulica en el país. La mal llamada austeridad republicana no puede ser llevada al extremo, sobre todo cuando está en riesgo el bienestar y la vida de las personas.