Denuncia diputada de Coahuila abusos y tráfico de personas en ‘anexo’ de Arteaga
El ‘pastor’ que dirige el lugar amenaza a las internas si se atreven a denunciar, afirma
En el Centro de Rehabilitación Femenil “Fe, Esperanza y Amor”, ubicado en Arteaga, ex internas denuncian abusos sexuales, golpes, trata de blancas, tráfico de drogas y armas, daño sicológico, por lo que el Consejo Estatal de Salud Mental y Adicciones debe investigar el anexo.
Laura Aguilar Tabares, diputada por Morena, advirtió que en algunos anexos, como el llamado Centro de Rehabilitación Femenil “Fe, Esperanza y Amor”, donde se invoca la presencia de Dios para ayudar a las internas, en realidad se cruza una puerta hacia el infierno, a decir de varias mujeres que lograron salir del lugar.
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“Abusos sexuales, tráfico de drogas, trata de blancas, crueles tratos físicos y sicológicos, es a lo que son sometidas las mujeres internas en el Centro de Rehabilitación dirigido por el supuesto pastor Valentín Bustos. El lugar está ubicado sobre la calle Viesca 2409 de la colonia Óscar Flores Tapia, en Arteaga”, dijo Aguilar Tabares.
Cerca del inmueble se encuentran algunas viviendas y pasan pocos vehículos, de manera que el lugar prácticamente pasa inadvertido.
“Las víctimas expusieron que en el interior del Centro de Rehabilitación y Templo evangélico, hay armas y drogas, las cuales son exportadas a la capital del Estado y las internas son utilizadas como ‘mulas, para el tráfico’”, afirmó la legisladora.
Las internas viven amenazadas e intimidadas por Valentín Bustos, quien se encarga de recaudar fotografías de las familias e información de la rutina diaria de ellos, para luego exigirles guardar silencio ante los delitos que se registran, de lo contrario atentará contra la familia, agregó Aguilar Tabares.
El mismo pastor les da la droga a sus incondicionales, mota y cristal, era lo que se consumía en su oficina, las armas él las tiene guardadas, pero sí las sacan a relucir entre ellos, es el testimonio de una de las víctimas.
Alondra, Fernanda y Jaqueline son mujeres en rehabilitación que tienen el control de las internas y obedecen las órdenes del pastor, quien les da la orden de agredir a sus compañeras.
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“Como si fuera poco, las víctimas relataron que durante las noches las obligan a dormir en ropa interior y por la madrugada hay ocasiones que las levantan, les dan la indicación de ponerse de pie, mirando hacia la pared y son exhibidas a hombres, quienes van en busca de placer sexual”, afirma.
“Cuando eso pasaba, escuchábamos que ellos escogían a una de nosotras y el pastor les decía; son mil 500 pesos, o es tanto, dependiendo de a quién se llevaran, pero casi siempre escogían a las más jovencitas”, dicen en los testimonios.
“En el Centro de Rehabilitación hay varios hombres, como el hijo del pastor, uno de ellos viola a las internas”, por lo que la diputada pidió que el lugar sea investigado por las autoridades estatales.
