Denuncian retiro de Padre Robert Coogan de Cereso varonil de Saltillo; le habían negado la entrada
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Ni siquiera en la semana de la Virgen de la Merced, a quien se encomiendan los presos, el sacerdote Robert Coogan, capellán de la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Saltillo, ha vuelto a entrar al penal varonil sin que exista una razón de su expulsión.
Fue desde abril de este 2022 cuando denunció que las autoridades del penal varonil le habían negado la entrada a la prisión para llevar el evangelio a las personas privadas de la libertad.
Además de que había sido objeto de despojos por parte de las autoridades, tales como el salón que era usado para estudio bíblico y catequesis, construido con recursos de esta organización religiosa.
Sin embargo, el sacerdote prefirió no hablar del tema y aseguró que su labor ahora se encuentra en el Centro Penitenciario Femenil donde ya se encuentran realizando misas semanales y cursos bíblicos.
Por su parte el Obispo de Saltillo, Hilario González, señaló que por decisión propia, es ahora el sacerdote Eduardo Sosa, antes vicario en la parroquia San Juanita, quien ahora acude al Cereso, pues nunca se llegó al diálogo con las autoridades del penal.
“La restricción es en el de varones, así como reportaron ustedes en medios la última vez, así continúa, no se ha tenido un acercamiento ni se ha avanzado en nada, por eso se nombró un nuevo sacerdote para que haya mayor oferta de padres que vayan a visitar a los internos”, expresó Prebístero.
Mientras que las actividades como cursos de espiritualidad, celebraciones litúrgicas, servicio de voluntariado, catequesis o clases de biblia continúan.
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“Fuimos en Semana Santa y esperamos ir ahora en diciembre, vemos que es salud, artículos de limpieza, ser escuchados, tener quien pueda confrontarlos espiritualmente y el consuelo las principales necesidades que yo he identificado en mis visitas”, comentó Monseñor.
Siendo los más vulnerables los presos foráneos, agregó, pues se encuentran en abandono ya que la distancia no permite que sus familiares puedan visitarlos ni atender algunas de sus necesidades.