Eduardo Morales Sosa: siguió el ejemplo de sus padres y ahora lo reconocen por 30 años como maestro en Torreón

Si bien el único interés del profesor Morales Sosa ha sido formar a las nuevas generaciones, su decisión por formarse como educador fue fundada por sus papás

Coahuila
/ 16 mayo 2024
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Educar es un arte y una ciencia. Si lo tomamos como arte, es más libre, sin reglas fijas y cada quien elige su propio estilo educativo. Como ciencia, se basa en perfeccionar las facultades humanas como la inteligencia, la libertad y la voluntad. En sí, la educación es el proceso que inicia incluso antes del nacimiento, continúa durante la niñez y se desarrolla a plenitud en la etapa adulta.

Esta es la filosofía de Eduardo Morales Sosa, maestro torreonense reconocido por sus 30 años de servicio a la educación, quien compartió con VANGUARDIA que, si bien su único interés ha sido formar a las nuevas generaciones, su decisión por formarse como educador fue fundada por sus papás.

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“Seguí sus pasos, ellos también eran maestros, me gustó mucho involucrarme en esto y enseñar. Creo que mis papás cumplieron su misión conmigo al formarme como una persona con alto sentido de libertad y es eso lo que yo he querido transmitir a mis estudiantes”, mencionó.

Pero no ha sido fácil. En primer lugar, porque las generaciones cambian constantemente y con ello también tiene que darse un proceso de adaptación del oficio de enseñar. El siguiente lugar se debe a que el maestro Morales Sosa ha desarrollado su profesión en una sola escuela, la Secundaria Lázaro Cárdenas de Torreón.

“Al ir tratando con los muchachos también uno va aprendiendo cosas nuevas, las generaciones cambian constantemente, la moda, las formas de expresarse, y también con eso debió cambiar la forma de relacionarnos, de tratar a los estudiantes;

“Yo empecé mi carrera como maestro en el año 1992 y hasta ahora he vivido bastantes cambios, tuve que adaptarme muchísimo a lo nuevo, a la tecnología”, compartió.

Hoy, el docente desea continuar su labor, seguir aprendiendo y apoyando a los nuevos estudiantes que seguirán llegando.

“Yo quiero seguir otros cinco años o seis, todo dependerá de mi salud y de cómo me sienta, pero ha sido una labor que he realizado con mucho entusiasmo y así será hasta que Dios quiera”, dijo.

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