El proyecto que revolucionará la industria de la construcción y cómo el CIQA Saltillo fue clave
La contaminación del aire se ha convertido en un problema de salud pública y las cementeras son las principales culpables. Preocupado por la salud y medio ambiente, el regio Walter Mata logró inventar el procedimiento que convierte residuos mineros en cemento
Walter Mata se inspiró mirando al cielo. ¿Por qué no puedo ver el cerro de la silla? Se preguntaba al mismo tiempo en que trataba de definir qué era ese manto grisáceo. No era nubes, ni neblina. Era contaminación del aire. Y es así como nace su inquietud de trabajar los temas medioambientales que hoy da como resultado la creación de cemento sustentable, a través del tratamiento de residuos mineros.
Para el desarrollo de este proyecto, el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) en Saltillo, fue clave. Aquí la historia de cómo un joven estudiante de licenciatura se convirtió en el inventor del año en 2022 gracias al apoyo de científicos.
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CONTAMINACIÓN QUE MERMA LA SALUD
Ante la inquietud de la contaminación del aire, Walter relata que empezó a averiguar de dónde provenía la mayor cantidad de agentes que ensuciaban el aire.
“En los medios de comunicación decían que era el transporte público el que ocasionaba la contaminación, pero yo veía carcomidas las montañas y empecé a investigar”, platica.
Este dato ya había sido investigado, como es el caso de la Comisión Nacional de la Vivienda del Gobierno de México que indica que el 50% de las emisiones contaminantes provienen de la industria de la construcción.
El joven estudiante pronto se dio cuenta que la contaminación del aire provenía de empresas que producen cemento y quiso dimensionar el problema.
Después de observar, documentarse, preguntar, y multiplicar el resultado fue que una tonelada de concreto produce aproximadamente 770 kilogramos de dióxido de carbono (CO2). Este es limpiado por árboles.
“Un árbol joven logra absorber entre 20 y 30 kilogramos de CO2 al año. Un árbol viejo, de 50 años, limpia hasta 60 kilogramos. ¡Entonces tenemos que la contaminación generada por un edificio de 40 pisos se limpiaría en un año por 20 millones de árboles!”
“Estamos hablando de un solo edificio. Y es donde me cuestiono cuándo y dónde vamos a lograr plantar eso. ¡Esa cantidad de árboles son equivalentes a 7 mil parques fundidoras!”
Y es que la contaminación del aire no solo impide ver cerros, sino que causa enfermedades respiratorias como alergias y asma. Las cuales ya padece Walter.
“Es ahí en donde decido que quiero hacer algo sustentable”.
DE LA UNIVERSIDAD AL MUNDO
La historia inicia en el año 2014, cuando decide estudiar la licenciatura en Creación e Innovación de Negocios en la Universidad de Monterrey (UDEM).
Recuerda que el primer proyecto que realizó junto a otros compañeros fue pagar el estacionamiento con botellas de plásticos. “En su momento se veía interesante, aunque no fue viable”, reconoció.
Walter Mata sabía que sería el tema medioambiental el que quería desarrollar, pero todavía no sabía cómo. Esto lo llevó a contactar una empresa japonesa que convertía el plástico en combustible. El objetivo era traer esa tecnología a México.
Estuvo un año en comunicación y aprendió a manejar el material. Tampoco fue viable por cuestiones legislativas. Llegó la reforma energética.
Con el paso del tiempo junto a dos amigos crearon Was Compañy , palabra creada al usar las iniciales de sus nombres.
Luego cada uno realizó proyectos diferentes. La amistad no cambió, pero sí el significado de WAS, que pasó a WordWide Accountability Solutions.
CIQA LE ABRE SUS PUERTAS
“Empecé a hacer prototipos en mi casa con plástico, pero si no se tiene la maquinaria suficiente es tóxico. Así que busqué aliarme con científicos”, relata.
Convencido en desarrollar materiales sustentables, Walter Mata busca el apoyo de centros de investigación, y el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA), en Saltillo, le abrió las puertas.
Les dijo que quería manejar el plástico. No era ingeniero, pero tenía conocimientos base.
Para desarrollar proyectos tenía dos opciones: pagar o convertirse en tesista.
“Me dieron la oportunidad y elegí ser tesista. Vinculé mi tesis. La información que se generó se quedó en CIQA y yo me quedé con el aprendizaje”, comentó.
Este centro de investigación radicado en Saltillo, indicó a VANGUARDIA que Walter Daniel Mata Martínez, acreditado en ese momento como estudiante de la Licenciatura en Creación de Negocios e Innovación, de la Escuela de Negocios de la Universidad de Monterrey, realizó en el CIQA el estudoi “Análisis de factibilidad de negocio Was Company, con base en diseño de nuevos materiales de construcción a base de compuestos poliméricos reciclados y su modelo de negocio”.
Esto en el periodo de junio a diciembre del 2018 bajo la asesoría del Dr. Édgar Nazareno Cabrera Álvarez, investigador titular de la Unidad Nuevo León de esta institución.
Durante casi un año, Walter viajó a Saltillo. Estaba seis horas diarias, todos los días en la mañana. Por la noche estudiaba negocios. “Era como estudiar dos carreras”. En la Universidad de Monterrey se enfocó en la creación de la empresa y en el CIQA en el desarrollo del material.
“(En el CIQA) me enseñaron a desarrollar materiales, plástico principalmente. Formular plástico reciclado con activos minerales. Entendí cómo formular, cómo hacer pruebas. Cómo calcular y analizar las pruebas. Todo, literalmente, lo aprendí ahí”.
“Gracias a esa experiencia en laboratorio inicié con pruebas. Primero quise hacer un blog, pero entre ensayos logramos crear la CIMBRA”.
Este es de plástico reciclado y sustituye a la madera.
Explica: “La madera te da hasta cinco usos y esta te da más de cien”, comenta, mientras sostiene su creación. Un cuadrado de no más de 30 centímetros y cuya textura es parecida a la tabla roca. También puede utilizarse como muro de interiores y para fachadas.
Otro invento fue “CLINKER ECOLÓGICO”. Este se desarrolló cuando una empresa minera, de la cual prefirió omitir el nombre, los contactaron: tenían millones de residuos minerales.
“Es un lodo grisáceo. Nos dijeron que al año generaban 300 mil toneladas de estos residuos”, platica Walter.
Was Co logró diseñar un proceso químico físico que transforma este lodo para hacer CLINKER, que es la base principal del cemento.
“La producción del CLINKER es la que más contamina, por eso se empezó a disminuir su uso”, comenta.
Al convertir el residuo de las mineras en la base el cementó se podrá evitar la generación del CO2.
UN INVENTO QUE GENERA CURIOSIDAD EN LAS CEMENTERAS
Walter Mata ya ha tenido acercamientos con la empresa Holcim y con otras cementeras.
Está próximo a cerrar negociaciones para escalar la tecnología a Canadá.
Convertir residuos mineros en cemento podría ser la solución a los retos impuestos a las cementeras de reducir sus emisiones contaminantes.
Aunque Walter se encuentra en procesos de negociación y eso impide dar detalles, sus creaciones ya lo colocaron como el inventor del año en 2022 por MIT Tecnology Review que premia a los innovadores menores de 35 años en Latinoamérica.
También ha obtenido reconocimientos como el Premio Dow México, por ser una empresa con cadena de valor, y el premio municipal del Emprendedor en San Pedro, entre otros.
Was Company fue seleccionada a nivel mundial dentro del programa Unicef Lab, para obtener financiamiento, mentorías y asesorías.
El objetivo es convertirse en una empresa referente para el manejo de materiales sustentables. Desea expandirse en México y en Latinoamérica en un mediano plazo.
El sueño de tener una empresa referente a nivel mundial en el manejo de residuos y transformar la industria de la construcción está cada vez más cerca, y Walter agradece que el CIQA en Saltillo haya confiado en su idea y capacidades. Pues, en conjunto con los conocimientos adquiridos en la UDEM, logró que la empresa que fundó en 2018, antes de graduarse, cobre relevancia internacional en poco menos de cinco años.
