En Coahuila, venta de comida chatarra está prohibida al interior y exterior de las escuelas

Las secretarías de Salud y de Educación en Coahuila deben vigilar que las tienditas escolares, públicas y privadas de primaria y secundaria, no vendan comida chatarra que afectan la salud del alumnado, provocan sobrepeso, obesidad y pueden detonar en enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión y padecimientos cardiovasculares.

En diciembre pasado la Cámara de Diputados reformó la Ley General de Educación para prohibir la venta de comida chatarra al interior y exterior de los planteles. Asimismo, los gobiernos estatales y municipales dispondrán de 2 años para adecuar sus leyes y reglamentos a lo aprobado en la Cámara Baja.

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México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil y 8 de cada 10 menores consumen en forma cotidiana bebidas azucaradas, botanas y otros productos no saludables.

Desde el 2015, la Ley para la Prevención, Atención y Combate del Sobrepeso y la Obesidad para el Estado de Coahuila prohíbe en los planteles educativos la venta de bebidas azucaradas como refrescos regulares y light, leche de sabor con azúcares añadidos, botanas saladas, galletas, pastelitos, dulces, postres, gomitas y papas fritas.

El ordenamiento refiere que la Secretaría de Educación vigilará la calidad nutricional de los alimentos que se expenden en las escuelas y alrededores, además de evitar el expendio de bebidas y alimentos que no cumplan con los criterios nutrimentales.

También indica que el expendio y distribución de alimentos y bebidas preparadas y procesadas deberá sujetarse a los lineamientos generales que la autoridad educativa federal emita, prohibiendo aquellos que no favorezcan la salud de los estudiantes.

El Congreso del Estado pide a las secretarías de Salud y Educación vigilar el cumplimiento de las disposiciones que prohíben la comida chatarra en las escuelas públicas y privadas, a propuesta de la diputada Teresa Meraz García.

La legisladora refirió que la Procuraduría Federal del Consumidor analizó 46 refrescos y enlistó las bebidas no aptas para menores de edad por contener cafeína y/o edulcorantes, por los daños a la salud que provocan, aunque hay bebidas que no contienen esos ingredientes. La Secretaría de Salud federal también prohíbe el consumo de bebidas azucaradas que contengan edulcorantes y/o cafeína.

De igual manera, se implementó el Sistema de Etiquetado Frontal, que busca prevenir y controlar la obesidad y las enfermedades crónico-degenerativas. Con este Sistema, la población identifica de manera rápida y sencilla las calorías y nutrimentos de cada producto.

Además, indicó la diputada, el consumo de cafeína en los niños se asocia a trastornos del sueño, hiperactividad y ansiedad. Es necesario vigilar que en las escuelas esos productos no sean consumidos.