8M: En el penal de San Pedro todos los días son diferentes, ‘vivimos en una burbuja’ (video)

SAN PEDRO, COAH.- María Luisa, recluida desde hace un año 11 meses en el Centro Penitenciario Femenil de San Pedro, Coahuila, en proceso y con juicio abierto por robo a una empresa, dice que en su caso al salir cambiaría muchas cosas y estaría más al pendiente de su hijo

Cuenta que dentro del penal ubicado en San Pedro, Coahuila, todos los días son diferentes, y que si bien la gente afirma que la vida dentro del reclusorio es lo peor, dijo que la verdad “realmente no estamos mal”.

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Se valora mucho la libertad y, de hecho, se aprenden muchas cosas, se conoce a gente y es que a veces afuera uno se ahoga en un vaso de agua con cosas tan insignificantes, agrega.

Gracias a Dios en el penal se tiene un techo donde dormir y las tres comidas al día muy bien servidas, en comparación con otros centros penitenciarios; cuando en realidad afuera hay muchas personas que no tienen qué comer.

“VIVIMOS EN UNA BURBUJA”

Vivir privada de la libertad es como vivir dentro de una burbuja, tenemos todo, no nos damos cuenta de cuánto cuesta el kilo de tomate, de las tortillas, comemos todos los días, no dormimos en el piso, no estamos mal, estamos pagando por algo que hicimos solamente, es una enseñanza.

La entrevistada, contadora pública de profesión, tiene un hijo de ocho años que de vez en cuando la visita junto con su esposo, cuando no tienen nada qué hacer.

“Aquí nos la pasamos jugando, platicando, a veces empieza a dibujar o practicar el futbol y le hago comprender mi situación. Me ha ayudado mucho tener comunicación con él, se ha refugiado mucho en la iglesia”, detalla la mujer.

Dentro de la cárcel arrepentirse por haber tomado malas decisiones no ayuda, es algo que no debe ser, mejor dedicar el tiempo a probar su inocencia y tratar de ser liberada.

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Dentro del reclusorio se tiene la libertad de escoger alguna actividad que sea del gusto de cada uno, se imparten pláticas sobre diferentes oficios, no están solas, se cuenta con la visita de la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Torreón, gente joven que nos imparte pláticas y puede uno participar en las lecturas que deja muchas enseñanzas.

Dijo que lo más difícil es estar separada de la familia, pero eso las hace fuertes para seguir luchando por la libertad.

María Luisa agrega que casi todo el día se la pasa platicando con sus compañeras, haciendo manualidades, costuras, algo de carpintería y así se pasa el día con un grupo de amigas internas y entre todas se ayudan, de esa manera desahogan sus penas.

FESTEJO POR EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

A propósito del Día Internacional de la Mujer, la entrevistada expresa que ellas son las que dan vida, mantienen su hogar y con el trabajo que realizan dentro del penal, aportan un granito de arena para mantener la casa.

“Todas podemos avanzar, superarnos, nadie nos puede decir no se puede, puede uno lograr muchas cosas con trabajo, esfuerzo y dedicación”, dijo.

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el Centro Penitenciario Femenil de San Pedro Coahuila estará de fiesta, habrá pláticas de concientización sobre el respeto a los derechos de igualdad y no discriminación de la mujer.

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Se realizarán actividades enfocadas a informar sobre el papel de la mujer en la sociedad, combatir los estereotipos sociales y se harán ejercicios sobre los Derechos Civiles de cada mujer, con el objetivo de generar el respeto por el hecho de ser personas y no por el rol que desempeñan.

En ese tipo de conferencias las reclusas pueden aclarar dudas, algunas inquietudes que tienen en el momento, además de que se servirá una comida diferente, a otra hora, que puede ser un guiso y con otro tipo de sazón, ponen un postre, un pastel que de por sí ya es una distinción.

Todos los días escuchan música, pero en este día se va a poder bailar con la compañera y se puede platicar con otras mujeres privadas de la libertad que todo el día se la pasan trabajando.

Se realizan además pláticas de sensibilización sobre el Derecho de las Mujeres y los esfuerzos que realizan para seguir trabajando dentro del penal femenil.

ENSEÑA A LEER A LAS RECLUSAS

Leer y escribir en el encierro libera, por eso enseñar es una tarea más humana, donde los derechos se vuelven un privilegio, señala.

Siempre trato de motivar a mis compañeras, al decirles que no porque no sepan leer ni escribir no valen, al contrario, las invito a que aprendan, porque no es posible que no hayan podido terminar la primaria.

RECONOCIMIENTO A LAS MUJERES PRIVADAS DE SU LIBERTAD

El director de este centro penitenciario reconoció el trabajo y el aporte de las mujeres privadas de la libertad enfocado al desarrollo de sus capacidades para que, tras concluir su sentencia puedan reinsertarse en la sociedad de manera exitosa.

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Todas las mujeres deben conocer sus derechos y su valor como personas, por ello se les brinda las herramientas para su desarrollo personal y de fomento al autoempleo.

Al finalizar, con lágrimas en los ojos, comentó María Luisa: “por este medio le mando decir a mi hijo que todo estará bien y que pronto nos veremos. Confío mucho en que pronto se arreglará y se solucionará todo, confío ciegamente que esto se arreglará. Sé que pronto estaré cerca de mi familia”, concluyó la entrevistada.