Esposa de exlíder del Partido Joven de Coahuila habría huido; feministas le ofrecen refugio en todo México
Julio Aldape reportó como desaparecidos a cuatro miembros de su familia, pero mujeres y colectivas feministas en México abrieron la sospecha de que el caso parecía una huida de casa
Tras varios días en que el exrepresentante del Partido Joven en Coahuila, Julio Aldape reportó como desaparecidos a cuatro miembros de su familia, mujeres y colectivas feministas en México abrieron la sospecha de que el caso parecía una huida de casa.
Se trata de Miranda, María Julia, Julio Santiago y su madre Fátima, esposa de Julio Aldape, quienes fueron reportadas como desaparecidas después de haber llegado a Playa del Carmen, Quintana Roo desde el pasado 9 de abril.
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A través de redes sociales, el exlíder del Partido Joven realizó una intensa campaña para la localización de su esposa y sus hijos de entre uno y 14 años de edad; sin embargo, conforme pasaron los días, se empezaron a hacer presentes comentarios que levantaron sospecha.
“Presiento que el día 0 fue el 7 de abril pasando la media noche. Los post en el perfil de ella son demasiado consecutivos y hablan de “amor hacia su marido”. Solo espero que logren encontrarla y a sus bebés con bien”, dice una de las internautas.
Así, la colectiva Marea Verde México, hizo un llamado a que quien localizara a la mujer, no avisara a su esposo, y ofreció escribir a su correo electrónico para ser asistida. “Lo que necesites estamos aquí”, manifestaron.
En dicha publicación, mujeres de Puebla, Estado de México, Ciudad de México, y otras ciudades como Mérida y Torreón ofrecieron apoyo y refugio en los comentarios de Marea Verde México.
Al respecto del caso, la Fiscalía de Quintana Roo dio a conocer a través de un comunicado oficial que la desaparición obedece a un desacuerdo familiar en el cual la madre decidió ausentarse voluntariamente sin avisar a su cónyuge.
En medio de estos señalamientos, Julio Aldape escribió una carta donde pidió disculpas a su esposa y subrayó: “Te insisto, piénsalo, no hay nada que un café y una charla no puedan solucionar. Con amor, Julio”.
