Expertos en Saltillo afirman que las autoridades caen en la discriminación por no reconocer grupos de barrio
Señalan que las autoridades caen en la discriminación pues no saben diferenciar entre la gente de los barrios
“Se debe reconocer que hay más grupos para identificar problemáticas sociales, que no son únicamente la delincuencia”, concluyen dos de los expertos en temas barriales en Saltillo, luego de que la Comisión de Seguridad del Ayuntamiento diera a conocer vía transparencia, que únicamente existen 15 pandillas.
Fue a raíz de una solicitud de información que VANGUARDIA dio a conocer que en comparación con cuatro años atrás, la Comisión únicamente reconocía a 15 de los más de 300 grupos, entre las que destacan 22 que son peligrosos.
Enrique Betancourt, quien perteneció a una de las más antañas y ahora realiza proyectos en lugares como La Madriguera, dice que si bien la mecánica de las pandillas en Saltillo ha cambiado en sus actividades, las problemáticas que rodean a estos barrios persisten y una gran cantidad de jóvenes que se unen lo hacen por falta de oportunidades y vulnerabilidad.
Agrega que hay pandillas que se han disuelto, pero ya hay nuevas generaciones a las que los proyectos en la materia no han logrado llegar del todo. Dijo que es importante reconocer que acudir a estos grupos puede representar prevención en temas de delincuencia, de homicidios entre barrios o venta de droga.
Y en este tema, Seguridad Pública Nacional destaca que en Coahuila, desde el 2018, cada año hay más de 10 mil delitos de narcomenudeo, primera causa delictiva en la entidad.
Betancourt menciona que han identificado que los jóvenes de estos grupos no conocen que existen oportunidades o maneras de enfocarse en otras cosas que pueden resultar productivas o en convivencias sanas. Además, desde su óptica, las pandillas también sufren marginación
Por otro lado, Carlos Espinoza, “El Panda”, dice que en su experiencia de 25 años ha identificado que en Saltillo existen por lo menos 800 grupos, pero asevera que la Policía únicamente reconoce a las que son conformadas por “cholos”, cuando ya hay otras tribus urbanas que requieren atención.
“Pero, ¿a poco los fresas, los vaqueros, o incluso los políticos no se pelean como pandilleros?”, menciona Espinoza.
En ese tema, “El Panda” dice que en Coahuila existen recursos que han sido implementados en proyectos que finalmente terminan siendo “elefantes blancos”, puesto que no tienen un efecto que atienda a los jóvenes que en realidad lo necesitan.
“Se debe entender que la pandilla es una familia. Cuántos millones le invirtieron a esos contenedores y espacios, a los terrenos que iban a funcionar como espacios para jóvenes en la calle y que nunca funcionaron. Pero ¿Cómo van a hacer proyectos para la calle gente que nunca se ha ensuciado los zapatos? Por eso, cuando se proponen proyectos desde aquí, se piensa que no es viable”, enfatizó “El Panda”.