La mariposa monarca lucha por su supervivencia; Coahuila es clave en su ruta de migración
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La mariposa monarca, cuya migración anual entre Canadá, Estados Unidos y México ha maravillado al mundo, enfrenta una crisis de supervivencia.
Un alarmante informe revela que su población sufrió un descenso del 59.3 por ciento durante la temporada 2023-2024, lo que ha llevado a Estados Unidos a considerar su inclusión en la lista de especies amenazadas bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción. Este proceso, aunque tardío, busca garantizar su protección y recuperación en medio de un panorama desolador.
De acuerdo con Rocío Treviño Ulloa, coordinadora del programa Correo Real en México, la batalla por proteger a la monarca lleva más de 10 años. “Desde 2014, hemos trabajado para que sea declarada especie amenazada, pero los procesos son largos y complejos. A pesar de los estudios y propuestas, la burocracia y la falta de recursos han retrasado decisiones fundamentales”, señala.
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El cambio climático, la pérdida de hábitat por deforestación y el uso excesivo de pesticidas son las principales amenazas para esta especie. Además, se han observado cambios en sus patrones migratorios, con colonias que ahora se quedan en estados del Golfo de México, Florida y Texas, en lugar de completar su largo viaje hacia México. Esta alteración, aunque podría ser una adaptación, plantea preguntas inquietantes sobre su capacidad para sobrevivir en un entorno que se transforma rápidamente.
EL IMPACTO EN COAHUILA Y EL MUNDO
Para Coahuila, la posible desaparición de la monarca sería devastadora. Estas mariposas desempeñan un papel esencial en la polinización, un proceso crítico para mantener la biodiversidad y los ecosistemas agrícolas de la región. Su pérdida también afectaría el turismo y la educación ambiental, pilares para muchas comunidades que dependen de la migración de estas mariposas como fuente de ingresos y como inspiración para proteger la naturaleza.
En un nivel global, la desaparición de la monarca representaría un duro golpe para la conservación de la biodiversidad. Su extinción no solo simbolizaría el fracaso de los esfuerzos humanos por preservar una de las migraciones más asombrosas del reino animal, sino que también sería un recordatorio sombrío de cómo el cambio climático y la actividad humana están destruyendo hábitats cruciales.
Cada año, la mariposa monarca embellece el cielo de Coahuila durante dos momentos clave de su extraordinaria migración. En otoño, particularmente en octubre y noviembre, estas mariposas se hacen notar por su gran número. Es común observarlas cruzando las carreteras, revoloteando en las calles, parques y jardines, creando un espectáculo natural que conecta a las comunidades con la biodiversidad.
En primavera, entre marzo y mayo, su presencia es más discreta, aunque igualmente significativa. Aunque en esta temporada se observan en menor cantidad, su paso por Coahuila forma parte esencial de su recorrido migratorio hacia el norte. Esta travesía, que simboliza resistencia y belleza, convierte a nuestro estado en un punto privilegiado para apreciar uno de los fenómenos naturales más asombrosos del mundo.
NUEVAS PROPUESTAS PARA SU PROTECCIÓN
La iniciativa del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS) incluye un periodo de comentarios públicos hasta marzo de 2025 para definir las acciones necesarias. Entre las propuestas destacan prohibir el uso de pesticidas como el glifosato, regular la cría de monarcas en cautiverio y desarrollar campañas para mitigar el impacto del cambio climático.
No obstante, Treviño Ulloa advierte que, aunque esta legislación ha salvado al 99 por ciento de las especies que protege, los recortes presupuestales y la falta de consenso dificultan su implementación. “La protección de la monarca requerirá un esfuerzo conjunto entre gobiernos, científicos, organizaciones y ciudadanos. No podemos esperar a que desaparezcan para actuar”, enfatiza.
La migración de la monarca es mucho más que un espectáculo natural; es un indicador de la salud ambiental de nuestro planeta. Protegerla significa cuidar de los ecosistemas que compartimos y de las comunidades que dependen de ellos. Desde plantar algodoncillo, su principal fuente de alimento, hasta reducir el uso de pesticidas y fomentar la educación ambiental, todos podemos contribuir a su conservación.
Coahuila, como muchas otras regiones, no puede permitirse perder a la mariposa monarca. Su desaparición afectaría directamente la biodiversidad, la economía y el equilibrio ambiental. Ahora es el momento de unir esfuerzos y garantizar que estas pequeñas viajeras sigan adornando los cielos con su vibrante colorido.
