Lluvia ácida borra el rostro de estatuas de Paseo de la Reforma en Saltillo
En las estatuas están representados personajes ilustres como Benito Juárez, el general Miguel Blanco Múzquiz, Juan Antonio de la Fuente, Juan de la Cruz Borrego, Jesús González Herrera e Ignacio Zaragoza
El paso del tiempo, la intemperie y la lluvia ácida alteraron los rostros de las estatuas instaladas sobre el Paseo de la Reforma en Saltillo.
Desde hace al menos tres años, se ha reportado que las esculturas de cantera se aprecian con pocos detalles en la nariz, el uniforme, los ojos e incluso se puede apreciar que fueron limpiadas de grafiti. Además, las placas para identificar a cada personaje también son ilegibles.
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Según el historiador Lucas Martínez, además del presidente Benito Juárez, los personajes representados en esas esculturas son el licenciado y general Miguel Blanco Múzquiz, el licenciado Juan Antonio de la Fuente y Cárdenas, Juan de la Cruz Borrego, Jesús González Herrera e Ignacio Zaragoza.
De acuerdo con la meteoróloga Juana María Mendoza, el desgaste de las estatuas es un reflejo de la lluvia ácida que cae en Saltillo, la cual se ve afectada por la contaminación del aire.
“Saltillo no tiene un problema grave de lluvia ácida, pero sí tenemos lluvia ácida. Las estatuas del Paseo de la Reforma ya no tienen cara porque se han ido carcomiendo, porque sí tenemos lluvia ácida, más que nada por los ácidos nítricos que se producen por la combustión de los automóviles”, detalló la académica de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN).
Agregó que mientras siga aumentando la cantidad de vehículos que transitan por Saltillo, el dióxido de nitrógeno que provoca la lluvia ácida va a mantener su presencia.
Cabe recordar que la capital coahuilense tuvo un aumento en la cantidad de vehículos registrados en circulación del 20 por ciento, pues pasó de 311,307 en 2018 a 374,319 en 2022, todo esto de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
FLORES TAPIA, GRAN ADMIRADOR DE JUÁREZ
De acuerdo con el historiador Carlos Recio Dávila, las esculturas se instalaron en el año 1977 por mandato del entonces gobernador de Coahuila, Óscar Flores Tapia, un gran admirador de Benito Juárez.
El Paseo fue inaugurado en el marco del 400 aniversario de Saltillo, tomando como inspiración el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México, trazado durante el Segundo Imperio con Maximiliano de Habsburgo al mando.
“¿Quiénes son los reformistas? Aquellos que en la guerra de tres años, entre 1857 y 1859, lograron finalmente imponer el liberalismo en México contra los conservadores, y al mismo tiempo fue el momento de la separación entre la Iglesia y el Estado.
“En la rotonda central, que ahora ya no tiene circulación, aparece Benito Juárez, un poco mezclando tiempos, porque él aparece con el brazo derecho extendido, como expulsando a los franceses, que es un episodio de otra guerra, del 61 al 67. Está Benito Juárez en la rotonda central y a lo largo de todos los demás pedestales”, narró Recio Dávila.
Por su parte, el también historiador Lucas Martínez coincidió en que Flores Tapia fue un gran admirador de Juárez, por lo que además “reunió una impresionante biblioteca sobre el tema de la guerra de Reforma”.
Así como el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México incluyó a los principales personajes de ese periodo a nivel nacional, en Saltillo se integraron a los personajes coahuilenses que participaron tanto en la reforma como en la inmediata guerra contra la intervención francesa, contó Martínez.
Apuntó que una de las principales diferencias entre ambos paseos es que las esculturas de la CDMX fueron elaboradas con bronce y las de Saltillo con cantera.
“Al ser una cantera expuesta por más de cuatro décadas a los factores climáticos, se han erosionado la mayoría de las estatuas”, apuntó Martínez.
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