María Antonieta Valero Gil, la primera directora del Ateneo Fuente: una historia de resiliencia y feminismo

María Antonieta del Socorro Valero Gil, mejor conocida como Madsi, fue la primera mujer que encabezó la dirección del Ateneo Fuente en el periodo 1984-1988.

En ese tiempo, la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) atravesaba una crisis que, en palabras de Madsi, se dio a raíz de la necesidad de dignificar la autonomía de la máxima casa de estudios.

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Lo que pasó fue que se realizó una movilización estudiantil que llevó por nombre “Pro Dignificación” con el que se denunciaba el fraude electoral por la rectoría y se reclamaba que presuntamente había sido el instrumento para derrocar a los entonces candidatos Armando Fuentes Aguirre y Jaime Martínez Veloz.

Para Madsi es casi imposible relatar en unas cuantas líneas aquella movilización que sumó no solo a estudiantes, sino a la población en general.

Pero esto dio pie a la elaboración del Estatuto Universitario que resultó ser un sustento democratizador instituido por el Consejo Universitario, además del voto universal y secreto de todos los universitarios en la elección de autoridades, aunque poco duró el gusto, pues el voto estudiantil fue comprometido con el gobierno priista en turno.

En el caso de las elecciones del Ateneo Fuente ocurrió lo siguiente:

Cuenta la ex directora que se sostuvo una reunión de maestros, en la que participaron hombres y mujeres.

“Había que pensar en quién podía lanzarse porque eran unas circunstancias difíciles en la Universidad, había problemas en la rectoría, nadie alzó la mano y yo aproveché y dije que yo podía y me apoyaron los maestros”.

“Sinceramente, el proceso fue muy difícil porque había muchos maestros que practicaban la misoginia, siempre han sido puros hombres, se suponía que estaban al frente, entonces se tenía la idea de que tenía que haber un hombre al frente de la institución y no una mujer. Inclusive había maestros que les solicitaban a sus alumnos que no votaran por una mujer”, cuenta Madsi.

Sin embargo, la votación fue positiva dado que la mayoría de los estudiantes le otorgaron la confianza de dirigir el Ateneo Fuente.

“Tuve mucho apoyo de mis estudiantes, yo creo que fue porque en ese entonces yo impartía la materia de Ciencias Sociales y siempre los insté a que pensaran, que observaran su entorno. Mi equipo lo conformaron puras mujeres, tanto en la Secretaría Académica, en la Administrativa, como las que daban apoyo a los alumnos”.

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“Yo considero que cuando te apoyas con otras mujeres que también tienen el deseo de trabajar y de hacer cambos en beneficio de los estudiantes, pues se logra”, señala, en entrevista para VANGUARDIA.

Su administración fue pionera en el impulso de nuevas actividades formativas, académicas y culturales.

Por ejemplo, en aquel entonces se realizaban las novatadas, pero se cambiaron por actividades culturales y deportivas.

También se conformó el Ballet Folklórico representativo del Ateneo Fuente, mismo que vio por primera vez la luz del viejo mundo europeo bajo el liderazgo del profesor Eulalio Gutiérrez, quien aprendió de la mano de la bailarina y coreógrafa mexicana Amalia Hernández.

“Hicimos revistas musicales y muchas otras actividades que le dieron a los estudiantes una ocupación del tiempo libre y que favoreció muchísimo al Ateneo. Yo hasta la fecha me reúno todavía con las maestras que siempre me apoyaron, y con los maestros también”, plantea la profesora.

LOS RETOS

Pero no todo fue color de rosa. De hecho, cuando Madsi fue electa como directora, los maestros, hombres, no querían que tomara posesión del cargo en el Paraninfo del Ateneo, donde se realizaban ceremonias oficiales.

“Ellos querían que tomara protesta a escondidas, en la dirección y los maestros que me apoyaban se molestaron y me dijeron que de ninguna manera iba a ocurrir así. La verdad es que era una situación muy difícil para una mujer, pero afortunadamente salimos adelante”, comenta la entrevistada.

Ahora que hay una segunda mujer al frente del Ateneo Fuente, se siente orgullosa, porque antes no podían estar a cargo ni de la Sociedad de Alumnos.

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“Me da mucho gusto que ahora llegue otra mujer. Lo que yo veo es que haya una equidad de género, pues vemos a mujeres en distintas actividades que antes eran prohibidas para nosotras, era una situación muy compleja, de machismo y misoginia”.

Al llegar el periodo final de su cargo, después de una reelección, “ya no se le permitió llegar nuevamente a un puesto similar en la Universidad debido a las decisiones del nuevo gobierno y posteriormente siguieron puros hombres”.

Recordó otro conflicto que se dio hacia su salida, en 1987, que derivó de un incendio en la biblioteca, donde se perdió un invaluable acervo bibliográfico, pero no quiso abundar en el tema.

LOS IMPULSOS

Sus tres hijos, Fernando Tohui, María Hortencia y Madsi, siempre han sido su mayor impulso, pero también las Ciencias Sociales, materia que estudió en la Normal Superior de Coahuila, donde, posteriormente, hizo la licenciatura en Sociología.

Hoy, a sus 80 años, ha decidido darse un momento para ella: cuidarse, hacer ejercicio, alimentarse bien, recrearse y pasar tiempo con sus ocho nietos.

¿Su último consejo? Que las mujeres se rodeen de mujeres, en todos los ámbitos, en todos los lugares, en todos los espacios de trabajo.