‘Me gusta el rancho y soy orgullosamente campesina’: Doña Alicia, Premio Municipal a la Mujer 2024

Alicia es una mujer que desde niña ha vivido y trabajado en el campo. A sus 77 años continúa en la siembra y prefiere trabajar en el ejido y ayudar a que este siga adelante con su población

Coahuila
/ 15 marzo 2024
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Doña Alicia es una mujer de no más de 1.60 metros de estatura. Camina continuamente erguida. De pocas palabras, porque ella es una mujer de acción. A la par de su esposo, ha trabajado en el campo para sembrar maíz, frijol y nopales.

También tiene animales: gallinas, cabras, yeguas y caballos.

Alicia López Pérez es de la comunidad del Tunalillo y es ejidataria de El Tanque Escondido, ubicado a 88 kilómetros del centro de Saltillo.

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Doña Alicia, junto a su esposo, es una de las mujeres que ha elegido vivir en el campo y ha luchado para que la comunidad se mantenga.

“Muchas veces ya dejan el ejido, porque no hay nada, pero sí hay. Es muy bonito trabajar para salir adelante”, comenta.

En esta comunidad de apenas 143 habitantes, donde según datos oficiales hay 79 hombres y 64 mujeres, Doña Alicia ha ocupado cargos en la comisaría ejidal.

A sus 77 años, continúa activa, lúcida e irradia alegría.

$!Se reconoció a Doña Alicia por ser una mujer que trabaja en equipo en su matrimonio, por ser una madre ejemplar y por apoyar a su comunidad para mantenerla funcional.

“Yo trabajo con mi esposo en el campo. Los dos sembramos”, dijo en entrevista, antes de disculparse por ser una mujer de pocas palabras.

Pero su vida no solo la dedicó al campo. A lo largo de su matrimonio tuvo siete hijos, que a su vez le dieron trece nietos y seis bisnietos. Ellos viven en el área urbana.

Este lunes 11 de marzo, en el marco de los festejos por el Día Internacional de la Mujer, el Ayuntamiento de Saltillo reconoció la vida de Doña Alicia, por ser una mujer que trabaja en equipo en su matrimonio, por ser una madre ejemplar y por apoyar a su comunidad para mantenerla funcional.

Es una de las mujeres que aman el campo, que prefieren la calma del área rural y el trabajo pesado y en equipo. Forjada con valores como la solidaridad y empatía, trabaja para su comunidad y apoya para que el campo no muera.

Emocionada, con voz fuerte y firme, y rodeada de su familia, dijo: “Agradezco primeramente a Dios que nos da vida, a mi familia y a mis hijos. Soy orgullosamente campesina, porque me gusta el campo desde niña... Quiero decirles que me gusta mucho el rancho y que soy orgullosamente campesina”.

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