Migrantes bajan del tren en Monclova y continúan caminando hacia la frontera con Estados Unidos
Miles de migrantes que arribaron a Monclova a bordo de un tren, entre ellos hombres, mujeres, adolescentes y niños, decidieron bajar de los vagones y continuar su camino a pie hacia la frontera con Estados Unidos.
Luego de que el ferrocarril de la empresa Ferromex, donde viajaban desde Monterrey, fue parado en la entrada de Monclova por autoridades de migración el pasado martes, los migrantes se vieron acechados por las autoridades del Instituto Nacional de Migración tan pronto cayó la noche.
Los servidores públicos llegaron al sitio a bordo de diversas unidades y comenzaron a detener a los indocumentados de esta caravana, sobre todo a mujeres y niños, para trasladarlos a otras ciudades y, finalmente, deportarlos.
“Buscaron llevarse a las personas, sobre todo a las señoras y los niños, no respetan los derechos de nadie. Vienen, ellos dicen que a cumplir su trabajo, pero la verdad es que nosotros somos seres humanos y deberíamos tener un poquito de respeto de ellos hacia nosotros, porque de verdad que había más de 4 mil personas ayer y nos comportamos muy bien.
Ellos eran apenas 10 a 15 funcionarios y ninguno les agredió, no se les faltó al respeto, sino ellos con nosotros montando a mujeres y niños”, dijo David Hernández.
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Este grupo de migrantes, en su mayoría venezolanos, aseguran que les cortaron el derecho de paso. Por ello, tomaron sus pertenencias y cobijas para cubrirse y bajaron del tren para avanzar entre el monte.
“Nada más oscureció cayó la noche, montaron la zozobra con todos nosotros, permitieron que estuviéramos bajo este sol inclemente para que estuviéramos débiles, cansados, muchos sin tomar nada de agua, para aprovecharse”.
Durante el movimiento que realizó Migración, el sacerdote Paulo Sánchez, que predica en Frontera, Coahuila, les ofreció refugio en la Iglesia del Verbo Encarnado en la ciudad del riel. Algunos aceptaron y aprovecharon para resguardarse en el sitio.
Otros se escondieron entre la maleza y las montañas, algunos más solo avanzaron caminando hacia la carretera 57, donde caminaron hacia el norte del estado.
Para las primeras horas de este miércoles, el tren donde viajaban los más de 3 mil 500 migrantes se encontraba abandonado, solo algunas familias estaban a un costado de él esperando a que pudiera avanzar y subir nuevamente para llegar a la frontera de Piedras Negras.
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“Nosotros salimos de nuestro país por persecución política, no tenemos ningún tipo de seguridad, opinas en contra del gobierno y ya eres perseguido, buscan meterte preso, amenazan a tu familia y seres queridos por protestar en contra de ellos, la economía es fatal”, explicó el nacido en Caracas, Venezuela.
Reconocieron que las autoridades de Monclova, como el alcalde y la policía de esta ciudad, estuvieron apoyándoles con alimentos y agua durante su estancia en el tren que llegó a Monclova, agradecieron este gesto y reiteraron que ellos no pretenden quedarse en este territorio sino pasar únicamente, su objetivo es Estados Unidos.
“Nosotros no nos queremos quedar aquí, solo pedimos que nos dejen seguir en paz. Las familias nos dan apoyo y agua porque perdimos las cosas en la corredera, nos patearon la comida los de migración, vamos hacia el norte”, dijo Juan Barroyeta, que caminaba por los sectores de Monclova pidiendo ayuda.
Para las 14:00 horas de este miércoles, la bestia se puso en marcha nuevamente y ahí viajaron las últimas familias de esta caravana que llegaron a Monclova un día anterior.
