Migrantes dan la vuelta a las boyas en frontera de Piedras Negras, rumbo a Eagle Pass

Coahuila
/ 9 agosto 2023

Extensión del cerco es de 308 metros, cuando la frontera coahuilense es de más de 500 kilómetros

PIEDRAS NEGRAS, COAH.- A pesar de las trampas, muros y boyas que se colocaron para impedir el cruce para llegar a Estados Unidos, los migrantes siguen cruzando el río Bravo.

El último muro, unas boyas flotantes colocadas por el gobernador de Texas, Greg Abbott a la altura de Eagle Pass, frontera con Piedras Negras, no ha sido impedimento para que decenas de migrantes intenten cruzar ya sea ilegalmente o entregarse a las autoridades con la esperanza de que les den asilo.

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En un recorrido, VANGUARDIA se percató que los migrantes lo único que hacen es rodear las boyas y después entregarse.

Jairo, un migrante venezolano de 48 años, aseguró que cualquier trampa o muro que se coloque no detendrá a los migrantes.

“Cada quien con su mandato, pero eso no detiene. Cualquier trampa que le coloquen, igualito la gente va a pasar. Somos muy inteligentes, siempre habrá una forma para brincar”, comentó el migrante que tiene nueve meses en México y un mes esperando por cita para entrevista y pedir asilo.

Lo mismo opinó Isabel Turcios, la religiosa encargada del albergue Frontera Digna en Piedras Negras, el principal refugio de esta frontera donde se colocaron las boyas naranjas.

“Esto no va a detener la migración, la gente busca formas”, mencionó la hermana. Dijo que tampoco la última alambrada que colocaron las autoridades estadounidenses ha frenado el cruce.

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Antony, otro migrante venezolano, platicó que cuando supo de las boyas, pensó que sería imposible cruzar. “Dije, no hay paso para nadie. Pero no”, comentó.

NI LA CERCA DE ALAMBRES

Antes de las boyas, el gobierno de Texas comenzó a levantar hace un par de meses un muro de alambre de púas en la orilla del Río Bravo. Estos muros se suman a los contenedores o la valla metálica levantada en tiempos del expresidente Donald Trump.

De hecho, la última barrera colocada, las boyas en el agua, no han sido impedimento pues tienen una extensión de poco más de 300 metros, cuando la frontera coahuilense con Texas es de 512 kilómetros

Además, en gran parte del área donde se encuentran las boyas alambradas, el nivel del Río Bravo llega a no más de la cintura de las personas, por lo que actualmente los migrantes pueden caminar y rodear el muro.

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