Miles de niñas ya son madres; Coahuila sigue en alerta por embarazos infantiles
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Este 10 de mayo, también las niñas e infancias de México se pueden hacer llamar “madres”, pues debido a abusos y falta de educación sexual, tienen ya un hijo o están en espera de dar a luz.
Para muchos mexicanos, es increíble concebir que el país ocupó el primer lugar a nivel mundial en embarazos adolescentes; fue en septiembre de 2021 donde se contabilizó una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años.
Sin embargo, para cientos de menores el abuso infantil y la falta de educación sexual en casa y escuelas, esta es una realidad palpable. En México, cabe destacar que el 23 por ciento de los adolescentes inician su vida sexual entre los 12 y 19 años de edad.
Según la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM, quienes iniciaron su vida sexual, el 97 por ciento conoce al menos un método anticonceptivo, sin embargo, más de la mitad no utilizó ninguno en su primera relación sexual. Así, aproximadamente ocurren al año 340 mil nacimientos en mujeres menores de 19 años.
Además, según la titular del Consejo Nacional de Población (Conapo), Gabriela Rodríguez, en México se registran 373 mil 661 nacimientos, al año, donde las madres son adolescentes; son 8 mil 876 las que son menores de 14 años.
Por la pandemia de COVID-19, la institución estimó un crecimiento del 30 por ciento (28 mil) para este año.
“Con el COVID, con la pandemia, hubo deserción escolar, no tenemos la cifra pero sabemos que hubo, nos llevó a pensar por qué los adolescentes, a veces, por falta de acceso a la tecnología, dejaban de atender clases y se iban a echar novio todo el día, eso es real, es urgente el regreso a clases porque si va a tener una implicación en esto”, comentó Rodríguez.
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Por otro lado, la Estrategia Nacional para la prevención de Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), refiere que “el embarazo en las y los adolescentes afecta negativamente la salud, la permanencia en la escuela, los ingresos presentes y futuros, el acceso a oportunidades recreativas, sociales y laborales especializadas y de calidad y el desarrollo humano”.
“Además del embarazo, tener relaciones sexuales sin protección implica un riesgo permanente de adquirir una infección de transmisión sexual”, apuntan.
COAHUILA NO SE QUEDA ATRÁS
La funcionaria también detalló que la tasa de embarazo de menores en México es de 69 por cada mil adolescentes. Asimismo, señaló que en estados como Coahuila “llega a 100 por cada mil, son estados con tasas del África Subsahariana (...) queremos bajar al 50 por ciento esa cifra, es la meta, y erradicar el embarazo infantil”.
Importante destacar, que según el Primer Informe de Maternidad Infantil y Adolescente en Coahuila 2019, no sólo se veían afectadas niñas en ambientes rurales o sin acceso a la educiación, pues de los 9 mil casos registrados, el 8 por ciento de los nacimientos ocurrieron en el área rural, mientras, el 87 por ciento restante fue en el área urbana.
“No se puede hablar de embarazo infantil y adolescente sin hablar de violencia sexual. La información a la que se puede acceder enciende focos rojos con respecto a la relación entre los embarazos infantiles y adolescentes y la violencia”, sentencian en el informe.
Además, especifican que, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016, el 40 por ciento de las adolescentes entre 15 y 24 años en Coahuila ya habían sufrido algún tipo de violencia sexual; el 2.1 por ciento inició su primera relación sexual sin su conocimiento.
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Por otro lado, según los datos de la Secretaría de Salud, en Coahuila la violencia sexual contra la mujer, se concentra en la infancia y la adolescencia, sumando 70 por ciento de los avisos al Ministerio Público.
“Tan solo en 2019, fueron 788 niñas y adolescentes agredidas y solo contamos con los datos registrados a través de denuncias oficiales”, especifícan.
Lamentablemente, se llega a la conclusión que los embarazos infantiles no siempre involucran consentimiendo, sino, son producto de un abuso sexual, donde las menores fueron obligadas por adultos, mediante el uso de la fuerza.
“Es urgente atender a las niñas madres, reconocer la problemática y combatir sus causas para evitar la marginación, estigmatización y pobreza a las que son condenadas”, refirió el Centro de Derechos Civiles y Políticos de la Academia IDH, en Coahuila.
“Urge brindar espacios libres de violencia haciendo un llamado a madres, padres y personas cuidadoras para prevenir, no consentir, y visibilizar los delitos de violencia sexual cometidos en el hogar o la escuela”.
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