Nuevas inquietudes sobre la eventual creación de un organismo para impulsar al sector energético en Coahuila

La eventual instalación de un organismo público o privado orientado a fortalecer el sector energético en la entidad no obliga a la generación de más burocracia, basta con que la administración pública estatal, aprovechando su propia estructura, desarrolle una estrategia concreta para atender el tema.

Una instancia de esta naturaleza en Coahuila, misma de la que carecen también otros nueve estados del País, puede ser suplida fácilmente con la apertura de un área específica en alguna de las secretarías o direcciones del gobierno de Manolo Jiménez Salinas, estimó el economista Alejandro Dávila Flores.

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El exrector de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) e impulsor de proyectos amigables con el medio ambiente, como la ciclovía de Saltillo, indicó que la gestión de la energía merece un impulso especial, en general, a nivel nacional, mediante una política que involucre a los tres ámbitos de gobierno y a la sociedad.

Se pronunció por un cambio tecnológico y político de fondo; es “un paso que tenemos que dar, considerando que somos vulnerables en el sector de consumo de energía”, mientras tanto, “en los próximos cinco años, viviremos una contracción de aproximadamente la tercera parte de los volúmenes de extracción de petróleo”.

“Esta es una razón más para alejarnos de los combustibles fósiles, en tanto suplimos la tasa de importación de energía secundaria –estimada en 50 por ciento– como son el diesel, gasolina y gas, utilizados en procesos de trabajo o de consumo”, indicó el miembro del Centro de Investigaciones Socioeconómicas (CISE) de la UAdeC.

En materia de transición energética, dijo que “no estamos tomando las acciones a la velocidad y magnitud necesarias para adaptarnos a estas transformaciones, lo cual plantea falta de recursos y precios mayores a los acostumbrados en el curso del siguiente lustro”, avizoró.

Agregó que se vive una crisis energética, de recursos naturales y climática que tendrán un impacto muy fuerte en el mundo y en el país, que requerirán cambios tecnológicos y políticos de una magnitud y velocidad que representarán un fuerte desafío, de ahí que la administración pública estatal y la sociedad en su conjunto, deban acelerar la transición energética, incluso en el transporte, subrayó.

MOTIVO DE ANÁLISIS

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Coahuila-Sureste, Arturo Riveles Márquez, precisó que la eventual creación de un organismo público o privado para atender asuntos energéticos en la entidad es por ahora motivo de análisis; no se tiene una postura definitiva al respecto.

Indicó que el gremio no estaría aún en condiciones de determinar si conviene o no la instalación de una oficina estatal para gestionar la energía, en tanto, existe una buena coordinación con la administración pública estatal y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para tender las inquietudes y requerimientos de los industriales.

El entrevistado dijo desconocer que Coahuila carece de un organismo de ese tipo, pero avaló que el Gobierno del Estado se ha preocupado mucho por fortalecer el desarrollo a través de generar mejores condiciones para la inversión.

Mientras tanto, dijo, se cuenta con el apoyo del Estado en la realización de gestiones ante el Gobierno Federal, particularmente ante la superintendencia de la CFE, que ha facilitado la ejecución de los proyectos de expansión, refirió Riveles Márquez.

Pero en cuanto a la creación de una oficina encargada del tema energético, “nos faltaría algo más de información al respecto, así como un análisis previo que luego permitiera proponer, en su caso una estrategia firme”, insistió.

“Mucho depende del alcance que pueda tener esta oficina, pues también podría verse limitada por presupuesto, no obstante, es un tema que vale la pena analizar, a fin de evitar conclusiones precipitadas”, enfatizó.

ENERGÍA, FACTOR DE COMPETITIVIDAD

Para el catedrático de la Facultad de Economía de la UAdeC, Guillermo Garza de la Fuente, la creación de un órgano autónomo o un área gubernamental para tender el tema energético, sí es necesaria, pero con funciones más amplias que las del extinto Clúster de Energía Coahuila, A. C., que dirigió Rogelio Montemayor Seguy.

El analista estimó que la capacidad de Coahuila para atraer inversiones se relaciona directamente con el grado de acceso que ofrezca a los nuevos inversores a energía barata, limpia y diversificada. “En Coahuila falta una nueva área dedicada a fomentar esto; la competitividad se sustenta también en este importante atractivo”.

Expuso que el nuevo organismo, si un día se instala, tendrá que ver con energías limpias, no solo con la gestión de carbón y gas, sino también con la generación de electricidad suficiente mediante sistemas solares o eólicos, luego de que en la administración de Enrique Peña Nieto se le puso pausa a estos desarrollos.

Garza de la Fuente previó que, ante un inminente aumento sustancial de los precios de los energéticos, se debe pensar en diversificar cuanto antes la energía, más aún cuando Coahuila cuenta con reservas suficientes, como es el gas shale de la Cuenca de Burgos, el cual no debe desaprovecharse.

Se refirió a la necesidad de seguir impulsando las inversiones del sector privado, incluso seguir generando trabajadores calificados y respaldar el desarrollo del clúster automotriz con el involucramiento de instituciones de educación Superior, todo esto, sin descuidar la generación y suministro de energías renovables.

El economista propuso que, a fin de optimizar el aprovechamiento de la electricidad disponible, el Gobierno del Estado debe reforzar su estrategia de política pública de dar asentamiento a industria que no utilicen tanta energía eléctrica; tenemos que apostarle a esta idea.