Olvidó Germán Larrea caso Pasta de Conchos: ‘No esperamos nada humano de él’
COMPARTIR
Esposas de trabajadores que fallecieron señalan que el empresario se desentendió desde hace 17 años
La puja por la compra de Banamex expuso públicamente al empresario mexicano, Germán Larrea. El colectivo Familia Pasta de Conchos asegura que no esperan gesto alguno de humanidad del empresario que se desatendió de ellos hace 17 años.
“German Larrea se desatendió de Pasta de Conchos desde el 2007, desde que ellos decidieron parar los trabajos de rescate, y el entonces gobierno se lo permitió. El secretario de Trabajo, Javier Lozano”, aseguró Elvira Martínez Espinoza, viuda del trabajador minero Jorge Bladimir Muñoz Delgado.
TE PUEDE INTERESAR: A 17 años de Pasta de Conchos, ‘sin cuerpo no hay delito’; continúa ciclo de impunidad
Al amanecer del 19 de febrero de 2006, la mina 8, Unidad Pasta de Conchos, ubicada en el municipio de San Juan de Sabinas, en la Región Carbonífera del estado, sufrió una explosión por una acumulación de gas metano que vio aumentados sus efectos debido a las condiciones de seguridad de las que carecía la mina propiedad de la empresa Grupo México, del empresario Germán Larrea.
“Realmente de este señor nunca hemos esperado nada bueno, yo creo que la poca humanidad nunca la han demostrado. Ellos son de otro pensar, a lo mejor porque su pensamiento solo está en eso, hacer negocios, hacer riquezas. A lo mejor él cree que lo que dio a las familias, con eso quedaba bien. Realmente yo de él nunca he esperado nada humano”.
La explosión dejó con quemaduras de primer y segundo grado a 11 trabajadores que lograron salir; 65 mineros murieron. “En la última inspección, realizada el 12 de julio de 2004, se asentaron 43 violaciones directas a la norma de seguridad e higiene y se ordenaron 48 medidas y muchas de ellas de extrema urgencia. Sin embargo, las autoridades omitieron supervisar que se subsanaran las fallas anteriormente detectadas”, revela un informe sobre el tema del Centro Proderechos Humanos Fray Juan de Larios.
Elvira Martínez asegura que causa enojo y decepción que la autoridad que está obligada a velar por el pueblo, no los respaldó, pero sobre todo, no obligaron al empresario a cumplir con su obligación de patrón y responsable del accidente. “Quedamos desamparadas desde un principio”.
El 4 de abril del 2007, después de rescatar únicamente dos cuerpos, identificados como Felipe de Jesús Torres Reyna y Manuel Peña Saucedo, la minera decidió suspender el rescate argumentando que se ponía en riesgo a los rescatistas. La empresa determinó en un análisis que entre el 25 y el 75 por ciento de la mina estaría inundada y que existía contaminación biológica y por esa razón justificó que los trabajos de rescate fueran suspendidos.
“Yo lo que veo es que se olvidan de las cosas malas que hacen, no solo Pasta de Conchos, sino la gran contaminación del Río Sonora; hacen cosas terribles, afectaciones, dañan a muchas familias y siguen estando muy presentes en las cuestiones políticas. Se les tiene como personas de gran respeto, cuando ellos no saben respetar a los demás”.
A 17 años de una de muchas tragedias mineras que han enlutado a Coahuila, la esposas que integran el colectivo Familia Pasta de Conchos viven un panorama desalentador frente a la promesa hasta hoy incumplida de rescatar los restos de sus familiares que aún yacen en el socavón.
“Mantenemos la esperanza con este nuevo gobierno con el rescate, pero pasa el tiempo, está por terminarse el sexenio y lo que se prometió, que hemos pedido durante 17 años, que es el rescate, no lo tenemos hasta ahorita. Seguimos con las manos vacías y la esperanza se desvanece, y no hay resultados. El panorama es desalentador, y nos aferramos hasta el último día para que la promesa se cumpla”.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la Recomendación 26/2006 dentro de la que determinó que: “los servidores públicos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social toleraron que la referida empresa funcionara en condiciones que no garantizaban íntegramente la salud y la vida de los trabajadores”. Asimismo, se acreditó la violación a los Derechos Humanos de legalidad, seguridad jurídica, respeto a la integridad física; y la vida”.
El hallazgo de los dos cuerpos recuperados, en la autopsia, reveló que los trabajadores mineros murieron por asfixia y no calcinados. Las familias y organizaciones acompañantes han señalado desde ese día, que la verdadera razón de esta suspensión evidenciaría las condiciones de trabajo en la mina y esto acarrearía sanciones penales y económicas de la empresa del Grupo México.