Padres solteros de Coahuila, con apoyos mínimos institucionales

Saltillo, Coah.- En Coahuila hay al menos 26 mil 763 hombres que son padres solteros que ejercen un rol de crianza y sustento en un espectro con políticas públicas enfocadas a la mujer, reconocida como principal cuidadora de los hijos.

“A nivel nacional nada más tenemos licencia de paternidad, y no quiere decir que sea una licencia dirigida al cuidado, es una política que promueve la participación de los varones en una etapa inicial, como es el nacimiento de los hijos y las hijas, pero solamente son cinco días”, señaló Óscar Iván Godínez Guzmán, papá de Mateo Sebastián y sociólogo especialista con perspectiva de género y enfoque en masculinidades.

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Esta política pública no habla de masculinidades ni invita a los hombres a involucrarse en el tema de la corresponsabilidad y el cuidado. “Entonces, podríamos decir que es insuficiente la política, y no resuelve el problema estructural que existe en torno a la desigualdad de género y sobre todo de cuidados que existen”.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF por sus siglas en inglés, define la paternidad como la relación que los hombres establecen con sus hijas e hijos en el marco de una práctica compleja en la que intervienen factores sociales y culturales, que además se transforman a lo largo del ciclo de vida.

En Coahuila, desde el 7 de julio del 2020 la Ley de Paternidad Responsable no ha sido objeto de modificaciones legislativas, solo de mención en 2021, a fin de exhortar a los Ayuntamientos a regular la licencia de paternidad de sus trabajadores con lo establecido en la Ley Federal del Trabajo.

Óscar Iván Godínez detalla que tener una relación afectuosa e incondicional con el o la hija, mantener una relación que vaya más allá de proveerle económicamente y brindar una crianza respetuosa: cuidar, criar y educar con buen trato y mantener un clima de diálogo y respeto con la madre y la familia, es parte del trabajo que los padres deben asumir.

“Tiene que ver con un problema cultural, de género, en donde esta sociedad con todo lo que implica la cultura machista, reconoce a las mujeres como las principales cuidadoras, y desde niñas se les socializa para serlo; se les enseña desde temprana edad a jugar a las muñequitas, son involucradas en los cuidados, y en los hombres, no pasa lo mismo. La socialización es diferenciada y nos lleva por un proceso más de dar herramientas para estar en la vida pública, productiva”.

La Encuesta Nacional de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Geografía (INEGI) 2020, también refiere que 643 mil 572 hogares son dirigidos por un jefe de familia, quienes son proveedores del hogar.

“Por un lado, hay que cambiar el modelo de masculinidad que existe en esta sociedad; hay que empezar a educar a los hombres para que se empiecen a involucrarse en el cuidado, y también sean parte del sostén de la vida”.

El especialista aseguró que en la medida en que eso vaya sucediendo, los hombres tendrán mayor presencia en estas actividades, y también podrán disfrutar de una paternidad desde una lógica que no tenga que ver con ser padres proveedores, si no padres que acompañan, que estén presentes.

“Nuestra sociedad ha criado padres ausentes, algunos de ellos excelentes proveedores, pero no están en algunas actividades, sobre todo las de crianza”.

A partir del movimiento feminista, nació el estudio de las masculinidades, que busca que los hombres se replanteen sus roles de género y la forma en que se comportan en distintos ámbitos, incluida la paternidad activa. “Hoy día de los padres, asistí a un evento escolar. Fueron muy pocos (papás), no les dan permiso en el trabajo, o algunos de ellos no les interesa”.

El sociólogo aseguró que existe un adeudo en políticas públicas en términos de una visión de conciliación en lo que tiene que ver con la vida familiar y laboral, que retengan a los varones en el espacio domestico y la vida privada y que permita reducir las desigualdades.

“Es que hay que pensar en políticas de corresponsabilidad, políticas de conciliación, y que permitan trastocar el orden económico, es decir, el sistema capitalista ha expulsado a los hombres del espacio doméstico, pero también nos ha hecho creer que la vida productiva es lo que más vale y entonces hay que estar fuera del hogar”.

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‘Y A MÍ, ¿QUIÉN ME CUIDA?’

El otro grupo de hombres que fueron socializados con un discurso que les hace creer que por ser proveedores, deben ser cuidados y servidos a cambio.

Hasta ahora, solo el Gobierno Federal cuenta con un programa de apoyo económico para las madres solteras y jefas de familia, en la que hombres viudos, divorciados o padres solteros pueden solicitarlo.

Óscar Iván Godínez aseguró que apostar por políticas igualitarias que permitan a los padres tener prestaciones, permisos, ausencias laborales para llevar el cuidado como un derecho fundamental sería de gran beneficio para la sociedad.

“De entrada, los varones tendrían un mayor beneficio y bienestar en torno a calidad de vida, porque en la medida en la que los varones comienzan a cuidar, aprenden a cuidarse. Valoran más su bienestar, su salud, dejan de consumir alochol, dejan de consumir sustancias, de ponerse en riesgo, comen sanamente, son felices, tienen menos estrés”.

Los beneficios para las mujeres serían las posibilidades de desarrollarse profesionalmente sin que el cuidado sea un lastre. “Que las mujeres no tengan que verse en disyuntiva de cuidar o trabajar, cuidar o hacer un posgrado, cuidar o tomar un cargo directivo, y eso alienta que haya más mujeres en puestos de toma de decisión, que es muy importante a nivel sociedad”.

Ver el cuidado como un derecho, también posibilita que haya mujeres que desde su mirada y desde su experiencia, desarrollen políticas públicas para todas y todos, en términos de lo que significa cuidar.