Reduce ‘pulmón negro’ esperanza de vida 12 años, médicos opinan que minas no deberían operar sin condiciones

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En Estados Unidos hay estudios que muestran la reducción en la esperanza de vida por este mal
En Estados Unidos, diversos estudios de los Centros de Control de Enfermedades han demostrado que los mineros del carbón que presentan “pulmón negro” reducen la esperanza de vida en 12.6 años, cuando en el 2003 era de 8.1 años, de manera que en México la afectación debe ser mayor porque se trabaja más horas, más años y en condiciones de seguridad menos adecuadas.
Ante esta situación, el doctor Ángel Padilla Gámez, director de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila, consideró que si las minas o pozos de carbón no reúnen condiciones de seguridad laboral, no deberían estar en operaciones.
Las neumoconiosis, las enfermedades crónico-degenerativas por exposición a polvos, generalmente son de origen laboral y si Coahuila es de los estados líderes en explotación de carbón, es obvio que también esté en los primeros lugares de este tipo de padecimientos.
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“Además, nuestros trabajadores laboran más horas que los de EU, son de los más aptos, más capacitados, de los más sufridos, de los que tienen más bajos sueldos y son más maltratados”.
Consideró que el problema debe atenderse de manera preventiva y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social debería trabajar más arduamente en la Región Carbonífera, donde periódicamente hay accidentes como derrumbes, además de que se reportan padecimientos crónico-degenerativos.

“Si las condiciones no reúnen los requisitos, simplemente no deberían abrirse al trabajo”, dijo, y señaló que los trabajadores mínimo deberían utilizar mascarillas y tapones acústicos para reducir el riesgo de daño a la salud y deterioro auditivo.
Las condiciones inseguras son la inhalación del polvo de carbón, el ruido, la humedad, mala iluminación y ventilación, además de la intensidad de la jornada laboral, que representan un riesgo por sí mismos y los daños se presentan dependiendo de varios factores.
“Depende de la densidad de las partículas en el ambiente laboral, de la protección que tenga, del horario de las jornadas y de la susceptibilidad personal. Hay gente que dura 20 años y nunca se ha enfermado y hay otros que a los 2, 3 años requieren incapacidad laboral o cambio de actividad”.
“Es muy marcado el gran desgaste que nuestros mineros tienen, es de las ocupaciones donde más se lastima el cuerpo”, concluyó.