Renuevan vocación en Misa Crismal 80 sacerdotes de la Diócesis de Saltillo
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La Diócesis de Saltillo celebró este miércoles la Misa Crismal y anunció que el Vaticano agregó a dos sacerdotes de Coahuila como capellanes de Su Santidad.
La Misa Crismal es la celebración en la que se consagra el Santo Crisma, la materia con la que se bendicen los santos óleos o aceites que son utilizados para ungir a los enfermos y a los files que se van a bautizar o confirmar; y para quienes serán ordenados como obispos y sacerdotes.
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Monseñor Hilario González, obispo de la Diócesis de Saltillo, dijo que Jesucristo quiere que los sacerdotes de esta grey sean célebres, humildes y sencillos.
“Célebres profetas de la buena noticia para los pobres y lo descarrilados de nuestra sociedad. Célebres como médicos que saben curar esas heridas ocultas de los corazones quebrantados por la crueldad y el abandono. Célebres por ser justos abogados al otorgar el perdón a los cautivos de sus miserias, sus vicios y aquello que los atemoriza”, dijo en su homilía.
Frente a aproximadamente 80 sacerdotes de Saltillo, Ramos Arizpe, Arteaga, General Cepeda y Parras de la Fuente, que renovaron sus vocaciones, el Obispo les llamó a ser jueces misericordiosos que otorguen la libertad a los prisioneros de la injusticia y célebres comunicadores cercanos y honestos a la sociedad que se siente fracasada para anunciarles la gracia de Dios.
Entre sahumerio de copal fueron bendecidos los aceites de los catecúmenos que de acuerdo con el catolicismo, remedian las dolencias de almas y del cuerpo para conseguir el perdón de los pecados.
Monseñor pidió a los sacerdotes abatir la frustración y cansancio social por el que atraviesa la humanidad. “Si somos mejores hijos, seremos mejores padres”, e hizo un llamado a madurar en experiencias de amor para transmitir amor desde la paternidad espiritual.
NOMBRAMIENTO DEL VATICANO
Entre aplausos de la grey católica, los presbíteros Humberto González Galindo y Gilberto Almaraz de la Rosa fueron celebrados por el nombramiento recibido del Vaticano como capellanes de su Santidad, designación que les abre la posibilidad a convertirse en obispos.
El miércoles, en Monclova se celebró la Misa Crismal, ceremonia en la que unos 40 sacerdotes renovaron ahí sus vocaciones.
