¿Sabías que existen 2 constituciones del 5 de febrero? Y tienen a Coahuila como protagonista

Este cinco de febrero se conmemora la promulgación de la Constitución de 1917, aunque la fecha no es casualidad, pues se terminó a las prisas para que saliera en la misma fecha, pero 60 años después de la de 1857.

Con Venustiano Carranza como presidente, de acuerdo al historiador Carlos Recio, los trabajos legislativos comenzaron el primero de diciembre de 1916 y se trabajó a marchas forzadas para que dos meses después se promulgara la que entonces fue una de las constituciones más avanzadas para su época.

Fue en 1857 cuando México se proclamó como una República Federal, y a través de la constitución se dio paso a las garantías individuales y sentó las bases para la separación de la Iglesia del Estado diez años después.

Como antecedente, la Convención de Aguascalientes se realizó el 16 de julio de 1914 como la reunión de representantes de los constitucionalistas, los villistas y después los zapatistas, en lo que la Secretaría de Cultura de México califica como “la asamblea más representativa de la Revolución”, dando como presidente al también coahuilense Eulalio Gutiérrez.

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No obstante, es a manera de homenaje que años después, según Tirzo Lechuga, autor de ‘Coahuila en el Congreso Constituyente’, Carranza buscó hacer solo una reforma a lo estipulado 60 años antes, no toda una constitución nueva. Buscaba retomar lo bueno de la Constitución de 1857, pero cuidar que no hubiera otra guerra de Reforma.

Lechuga contó que prácticamente con todo el territorio nacional controlado, a excepción de Chihuahua, donde estaba Pancho Villa y Morelos, donde dirigía Emiliano Zapata, desde el 14 septiembre de 1916 Carranza lanzó la convocatoria al congreso constituyente.

Fue entonces que por Coahuila participaron cinco diputados, uno por distrito. Correspondiente a Saltillo fue Manuel Aguirre Berlanga, aunque al pasar a ser Secretario de Gobernación, su suplente fue José Rodríguez González. Por Parras participó Ernesto Meade Fierro; por Torreón, José María Rodríguez; por Monclova, Jorge Von Versen y por Piedras Negras, Manuel Cepeda Medrano.

No obstante, Tirzo Lechuga contó que, uno de los requisitos de la convocatoria que más complicado era de cumplir para quienes querían ser diputados, era la vecindad, es decir haber nacido y crecido en el lugar que querían representar.

En ese sentido, Carranza añadió una cláusula en la que, si un aspirante estaba en un lugar determinado cuando ocurrió la Decena Trágica -el golpe de Estado contra Francisco I. Madero en 1913-, podía representar a ese lugar. Fue así que otros nueve coahuilenses pudieron participar de la nueva Constitución aunque representaran a otros estados.

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Ya en los trabajos y a lo largo de las 66 sesiones, se propusieron por Coahuila varios temas referentes al pago de los maestros por parte de los municipios, pues Lechuga señaló que desde entonces “se echaban la pelota” para esa tarea administrativa, además de sentar las bases de la hoy Secretaría de Salud.

Asimismo, Von Versen, quien fue calificado en su momento como quien tuvo “el monopolio de la palabra”, abogó por la libre asociación obrera, pues había sido perseguido como minero en los tiempos de Porfirio Díaz.

Después de la promulgación el 5 de febrero de 1917, fue fundamental el papel que jugaron los diputados federales para después hacerse diputados locales, gobernadores o secretarios de gobernación y así homologar la nueva Constitución con las de cada Estado.

Para el caso particular de Coahuila fue un año después, pero el 19 de febrero -como homenaje al desconocimiento del gobierno de Victoriano Huerta en 1913- que se decide una nueva Constitución en el Estado.

De acuerdo a Lechuga, desde 1917 la Constitución ha sido modificada en más de 600 ocasiones y se debe a que debe ser un “instrumento vivo en constante cambio”, pues debe ir adaptándose a las necesidades. Por ejemplo en el documento original, lo femenino no existía, “la palabra mujer se menciona si acaso una o dos veces”.

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No obstante, consideró que desde entonces se sentaron las bases para acciones que hoy día siguen favoreciendo a los mexicanos, como lo referente a la propiedad, precedente para la repartición de tierras realizada en gran medida por Lázaro Cárdenas.

Además, se mejoraron las condiciones de los obreros con las jornadas y los salarios más dignos, se eliminaron las tiendas de raya y se permitió la organización con sindicatos y agrupaciones, lo que en Coahuila dio paso a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos hoy vigente y la Unión Minera Mexicana, antecedente del hoy Sindicato Minero.