Con los nuevos contenidos constitucionales se pretende cambiar la esencia, la identidad, digamos que se trata de falsificar el acta de nacimiento de la República
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha dicho que la “Constitución es la ley máxima”, pese a ello se ha negado a cumplir con los mandatos venidos del Poder Judicial.
¿Supremacía? ¿Acaso no saben cómo han terminado todos aquellos experimentos sociales en los que se trató de imponer una visión única y suprema de lo que es el gobierno, el ejercicio del poder, la relación estado-ciudadanos?
En el proyecto de sentencia que será discutido esta semana, propone mantener la elección de ministros, la extinción de los fideicomisos y la creación del Tribunal de Disciplina Judicial, pero anula la elección de jueces y magistrados, así como la figura de los llamados “jueces sin rostro”.
El ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá presentó un proyecto de inconstitucionalidad para invalidar algunos aspectos de la reforma judicial, entre ellos, invalidar elección de jueces y magistrados, pero conservar la de la Suprema Corte de Justicia de la Nación .
Este miércoles, el Senado aprobó en comisiones, aunque con algunos ajustes, la reforma que establece la “supremacía constitucional” sobre los tratados internacionales.
Dos días después de haber tomado protesta Claudia Sheinbaum como presidenta de México, el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó, con ocho votos contra tres, que sí puede analizar la reforma judicial tras aceptar la procedencia de una consulta a trámite elaborada por jueces y magistrados federales.
La iniciativa fue ‘peleada’ por un diputado de Morena y una legisladora de Movimiento Ciudadano. Al finalizar la sesión, la propuesta fue enviada a la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados
Cometen un error los funcionarios y legisladores de la 4T cuando se les olvida la existencia en México de un ‘nosotros el pueblo’ que está muy por encima del ‘señor infalible’
La propuesta de AMLO para elegir por voto popular a jueces, ministros y magistrados busca restaurar una práctica histórica de México que fue eliminada en 1917 por Venustiano Carranza