Saltillenses se transforman en héroes: así rescataron a joven de casa en llamas y sacaron tanque de gas

Coahuila
/ 15 enero 2024

Lamentan que los bomberos tardaron más de 30 minutos en llegar, lo que pudo terminar en desgracia

Vecinos de la colonia Lomas del Bosque, por el Hotel La Torre, sin pensarlo una vez, acudieron al rescate de un joven, cuya pequeña vivienda se estaba incendiando.

A patadas forzaron una puerta de metal, desconectaron el tanque de gas que estaba al interior, lo sacaron de la casa y, entre el humo y las llamas, buscaron a la víctima que se encontraba tirada inconsciente en el baño, con cortadas en puños y antebrazos al romper el vidrio de una pequeña ventana en el intento de ponerse a salvo.

Aseguran que los bomberos tardaron entre 30 y 35 minutos en arribar, cuando ya lo habían sacado a la calle. De no haber arriesgado la vida, quizá Luis Ángel, de 18 años, habría muerto asfixiado por el humo o alcanzado las llamas. Minutos después de que llegaron los bomberos, arribó una ambulancia de la Cruz Roja.

La vivienda, ubicada en la calle Álamos, es una sola pieza de 4x5 metros, aproximadamente, incluyendo un pequeño baño. Ahí viven, además, Elizabeth Hernández, su madre, y un hermano de Luis Ángel, que no se encontraban en el lugar.

A un costado del domicilio vive Silvia Acosta, abuela del joven, quien al empezar a oler a quemado, a humo, decidió salir a la calle para saber de dónde procedía el olor. Al ver las llamas saliendo por una ventana, gritó desesperadamente por ayuda, pues sabía que su nieto tenía pocos minutos de haberse metido para dormir.

“¡Fue horrible! No me canso de dar gracias a Dios. Ahí estaba el tanque de gas. Dígame si no fue un milagro”, recuerda, al señalar que Luis Ángel estaba desvelado, había ingerido bebidas embriagantes, escuchado música en la banqueta y supone que prendió un cigarro al acostarse y se quedó dormido.

“Ahí yo creo que empezó a agarrar el fuego, porque había mucha ropa, Fue en un ratito lo que pasó. Me asomé y estaba lleno de humo, en eso oí que estaban quebrando los vidrios, se estaba asfixiando y quiso salir por la ventana del baño, que va a dar al patio de la casa, perdió el conocimiento y los sacaron los vecinitos, gracias a ellos está vivo”.

“Salí corriendo como loca, gritándole a toda la gente corre y corre, y los vecinos empezaron a apoyar, pensaban que estaba quemado en la cama, pero estaba tirado en el baño. Estuvo muy feo, muy horrible, nunca voy a poder olvidar esto”, señaló, al indicar que su nieto sería dado de alta durante la tarde del lunes y la familia pensaba llevarlo al Centro de Salud Mental para ver si enfrenta un problema que requiera atención de especialistas.

“Yo grité como loca por toda la cuadra, no podía más, sentía que lo iban a sacar todo quemado. Fue un milagro porque ahí estaba el tanque de gas. Estoy muy agradecido con los vecinos”.

El señor Erasmo Orozco, uno de los héroes, refirió que el incendio se registró poco antes de las 21:00 horas, y de inmediato empezaron a patear la puerta para forzarla y entrar. “En ese rato el miedo hay que dejarlo a un lado porque lo que importaba era intentar salvar al muchacho, estaba inconsciente, había mucho humo, y ya no pudo salir”.

Asegura que todos los vecinos se solidarizaron y buscaron la manera de entrar a la vivienda para evitar una desgracia, sin pensar en las consecuencias de que adentro estuviera el tanque de gas de 10 kilogramos, con el riesgo de que explotara. Un vecino de nombre Mario desconectó el tanque de la estufa y lo sacó a la calle.

Axel Alberto Ortiz, amigo de la víctima desde la infancia, quien vive enfrente del domicilio, salió apresurado al escuchar a la abuela gritar y ver las llamas al interior de la casa. “Me metí, se metió otro amigo y él lo sacó del baño y le ayudé a sacarlo de ahí. Tumbamos la puerta (de acceso a la vivienda), estaba cerrada, tumbamos como pudimos a patadas”.

Refiere que tardaron varios minutos en tumbar la puerta, ingresar y sacar al joven. Entre el tiempo que transcurrió en tumbar la puerta, sacar al joven y rescatarlo, calcula que pasaron entre 30 y 35 minutos para que arribaran los bomberos. En esos minutos, intentaron sofocar el siniestro a tinazos de agua y con una manguera.

“Llegaron cuando ya lo teníamos afuera, tardaron en llegar, teníamos como unos 15 minutos que lo habíamos sacado, hasta que llegaron. Estaba inconsciente, nomás le estábamos poniendo alcohol para que oliera, llegaron ellos y le pusieron el oxígeno”.

Rafael Huitrón, otro vecino que ayudó a sacar a Luis Ángel del baño, refirió que tardaron alrededor de 7 minutos en forzar la puerta para ingresar. “En ese momento no conocimos lo que es el miedo, fue más que nada la posibilidad de entrar a salvarlo... los bomberos se tardaron, ahí para que lo chequen, para que lo tomen en cuenta”. Momentos después, llegó la unidad de la Cruz Roja.

Durante la mañana y tarde, los vecinos seguían haciendo limpieza de la casa, sacando una litera quedada, montones de ropa y otros muebles quemados e inservibles. Intentaban quitar de las paredes y el techo las partes ennegrecidas y quemadas, así como limpiando el piso. Solo se salvó una cama y un librero. Esperaban que el peritaje de Protección Civil favorezca a la familia para seguir habitando la pequeña vivienda.

Vecinos de la colonia Lomas del Bosque, por el Hotel La Torre, sin pensarlo una vez, acudieron al rescate de un joven, cuya pequeña vivienda se estaba incendiando.

A patadas forzaron una puerta de metal, desconectaron el tanque de gas que estaba al interior, lo sacaron de la casa y, entre el humo y las llamas, buscaron a la víctima que se encontraba tirada inconsciente en el baño, con cortadas en puños y antebrazos al romper el vidrio de una pequeña ventana en el intento de ponerse a salvo.

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Aseguran que los bomberos tardaron entre 30 y 35 minutos en arribar, cuando ya lo habían sacado a la calle. De no haber arriesgado la vida, quizá Luis Ángel, de 18 años, habría muerto asfixiado por el humo o alcanzado las llamas. Minutos después de que llegaron los bomberos, arribó una ambulancia de la Cruz Roja.

$!Con patadas y valentía, los vecinos forzaron una puerta y desconectaron un tanque de gas para salvar al joven.

La vivienda, ubicada en la calle Álamos, es una sola pieza de 4x5 metros, aproximadamente, incluyendo un pequeño baño. Ahí viven, además, Elizabeth Hernández, su madre, y un hermano de Luis Ángel, que no se encontraban en el lugar.

A un costado del domicilio vive Silvia Acosta, abuela del joven, quien al empezar a oler a quemado, a humo, decidió salir a la calle para saber de dónde procedía el olor. Al ver las llamas saliendo por una ventana, gritó desesperadamente por ayuda, pues sabía que su nieto tenía pocos minutos de haberse metido para dormir.

“¡Fue horrible! No me canso de dar gracias a Dios. Ahí estaba el tanque de gas. Dígame si no fue un milagro”, recuerda, al señalar que Luis Ángel estaba desvelado, había ingerido bebidas embriagantes, escuchado música en la banqueta y supone que prendió un cigarro al acostarse y se quedó dormido.

“Ahí yo creo que empezó a agarrar el fuego, porque había mucha ropa, Fue en un ratito lo que pasó. Me asomé y estaba lleno de humo, en eso oí que estaban quebrando los vidrios, se estaba asfixiando y quiso salir por la ventana del baño, que va a dar al patio de la casa, perdió el conocimiento y los sacaron los vecinitos, gracias a ellos está vivo”.

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“Salí corriendo como loca, gritándole a toda la gente corre y corre, y los vecinos empezaron a apoyar, pensaban que estaba quemado en la cama, pero estaba tirado en el baño. Estuvo muy feo, muy horrible, nunca voy a poder olvidar esto”, señaló, al indicar que su nieto sería dado de alta durante la tarde del lunes y la familia pensaba llevarlo al Centro de Salud Mental para ver si enfrenta un problema que requiera atención de especialistas.

$!La vivienda afectada, de apenas 4x5 metros, sufrió daños considerables. La calle Álamos se convierte en el escenario de un drama donde la solidaridad vecinal prevalece.

“Yo grité como loca por toda la cuadra, no podía más, sentía que lo iban a sacar todo quemado. Fue un milagro porque ahí estaba el tanque de gas. Estoy muy agradecido con los vecinos”.

El señor Erasmo Orozco, uno de los héroes, refirió que el incendio se registró poco antes de las 21:00 horas, y de inmediato empezaron a patear la puerta para forzarla y entrar. “En ese rato el miedo hay que dejarlo a un lado porque lo que importaba era intentar salvar al muchacho, estaba inconsciente, había mucho humo, y ya no pudo salir”.

Asegura que todos los vecinos se solidarizaron y buscaron la manera de entrar a la vivienda para evitar una desgracia, sin pensar en las consecuencias de que adentro estuviera el tanque de gas de 10 kilogramos, con el riesgo de que explotara. Un vecino de nombre Mario desconectó el tanque de la estufa y lo sacó a la calle.

Axel Alberto Ortiz, amigo de la víctima desde la infancia, quien vive enfrente del domicilio, salió apresurado al escuchar a la abuela gritar y ver las llamas al interior de la casa. “Me metí, se metió otro amigo y él lo sacó del baño y le ayudé a sacarlo de ahí. Tumbamos la puerta (de acceso a la vivienda), estaba cerrada, tumbamos como pudimos a patadas”.

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Refiere que tardaron varios minutos en tumbar la puerta, ingresar y sacar al joven. Entre el tiempo que transcurrió en tumbar la puerta, sacar al joven y rescatarlo, calcula que pasaron entre 30 y 35 minutos para que arribaran los bomberos. En esos minutos, intentaron sofocar el siniestro a tinazos de agua y con una manguera.

“Llegaron cuando ya lo teníamos afuera, tardaron en llegar, teníamos como unos 15 minutos que lo habíamos sacado, hasta que llegaron. Estaba inconsciente, nomás le estábamos poniendo alcohol para que oliera, llegaron ellos y le pusieron el oxígeno”.

$!La víctima, Luis Ángel, quedó inconsciente en el baño tras intentar escapar por una pequeña ventana. En la pared se encontraron vidrios rotos y rastros de sangre.

Rafael Huitrón, otro vecino que ayudó a sacar a Luis Ángel del baño, refirió que tardaron alrededor de 7 minutos en forzar la puerta para ingresar. “En ese momento no conocimos lo que es el miedo, fue más que nada la posibilidad de entrar a salvarlo... los bomberos se tardaron, ahí para que lo chequen, para que lo tomen en cuenta”. Momentos después, llegó la unidad de la Cruz Roja.

Durante la mañana y tarde, los vecinos seguían haciendo limpieza de la casa, sacando una litera quedada, montones de ropa y otros muebles quemados e inservibles. Intentaban quitar de las paredes y el techo las partes ennegrecidas y quemadas, así como limpiando el piso. Solo se salvó una cama y un librero. Esperaban que el peritaje de Protección Civil favorezca a la familia para seguir habitando la pequeña vivienda.

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