Saltillo: Uno de cada dos niños con sobrepeso u obesidad desarrollará diabetes
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El sobrepeso y la obesidad en la infancia son un problema de salud pública de gravedad, porque hay estudios a nivel nacional e internacional que comprueban que uno de cada dos menores desarrollará diabetes en la adolescencia o a una edad muy joven.
“¿Esto qué significa? Pues que tendrán complicaciones de salud a una edad temprana, porque además falta una cultura del autocuidado y las personas descuidan las indicaciones médicas, la alimentación y no perseveran en hacer ejercicio de manera regular”, informó la especialista Andrea Martínez López.
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En los últimos dos años vemos un aumento en estas enfermedades, porque así están clasificadas ya por la Organización Mundial de la Salud, y los especialistas lo atribuyen en gran parte a la pandemia, debido a que con el encierro los niños y adolescentes aumentaron la ingesta de comida chatarra, que de por sí ya era preocupante, afirmó.
Al permanecer más horas frente a la televisión, la computadora, el celular y los videojuegos, las personas, no solamente los niños, consumen más refrescos, panecillos, galletas, dulces y frituras; hay personas que no pueden estar en el cine sin tomar refrescos, comer golosinas y palomitas no naturales, indicó.
“Y el encierro, el quédate en casa, alejó a las niñas y niños de los parques, de los juegos en los parques, dejaron de corretear, de pasear en bicicleta, es decir, terminaron por abandonar el ejercicio, la actividad física, y eso lo observamos en que nos llegan más niños y adolescentes con estas enfermedades que son completamente prevenibles.
“Eso nos preocupa, están aumentando los casos de diabetes en niños, adolescentes y jóvenes, y esto complicará los servicios de salud porque generalmente terminan por desarrollar también hipertensión, una mezcla de padecimientos de graves riesgos para la salud. Si no se toman medidas urgentes, vamos a tener incapacidades laborales y hospitalizaciones más frecuentes y prolongadas”, advirtió.
La especialista en la salud indicó que, si en las escuelas no se prohíbe en forma tajante y con sanciones la venta de comida chatarra, los padres y madres deben asumir el compromiso y la responsabilidad de educar a los hijos en una sana alimentación, el problema es que en casa tampoco hay una cultura nutricional adecuada.
El sobrepeso y la obesidad le cuestan al gobierno miles de millones de pesos anuales y las empresas también tienen un impacto negativo por las incapacidades temporales y definitivas que deben otorgarles a los trabajadores con complicaciones físicas que les imposibilitan continuar activos laboralmente, señaló, al indicar que se deben modificar los hábitos alimenticios desde la infancia como medida preventiva.