"Si no entran con resorteras al albergue; menos con armas" Casa del Migrante a FGE de Coahuila

Saltillo
/ 1 agosto 2019

“Empezamos a correr y a correr y yo me alcancé a escapar, pero a él lo siguieron hasta más adelante y después se escucharon los disparos. Iba con su niña y otra mujer. Pero no es cierto lo que dicen los policías que nosotros abrimos fuego, nunca le disparamos a nadie”

Luego de los hechos registrados el miércoles por la noche a los alrededores de la Casa del Migrante de Saltillo, donde elementos policiacos arrebataron la vida de un migrante hondureño, las primeras versiones de las autoridades, frente a la de los vecinos de la zona, testigos presenciales y del personal del propio albergue discrepan: “Migrantes nunca abrieron fuego contra las autoridades”.

A través de un comunicado, la Fiscalía General del Estado afirmó que los hechos se derivaron de una discusión que sostuvieron elementos de su Policía Investigadora contra miembros que se encontraban en el grupo de migrantes, y fue hasta después de que uno de ellos sacó un arma de entre sus ropas, que los elementos abrieron fuego.

Entrada la mañana de este jueves, los vecinos de la colonia San Miguel en su colindancia con la 5 de mayo hablaron respecto de la situación.

Ciriaco de 88 años, uno de los vecinos de la calle Hidalgo, quien con su familia atiende una papelería en la esquina de la cuadra recuerda el momento en que uno de los migrantes que iban en el grupo le dejó a un menor de dos años para después desvanecerse entre el camino oscuro de las vías del tren.

“Yo estaba sentado afuera, nada más me lo dejaron y se fueron. Pensé que vendrían por por qué pensaba que era un niño de la cuadra, no me imaginé”, hace memoria.

María Elena, su hija y Maricarmen, otra de las vecinas dicen que venían del novenario cuando vieron la movilización y el asombro de los vecinos. Los nietos de Maricarmen, narran que los hechos se suscitaron alrededor de las 20:00 horas, cuando un grupo de migrantes, entre quienes venían mujeres, iban corriendo a orillas de las vías del tren, e iban huyendo de sujetos que en un principio no parecían autoridades.

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“Pero antes de que pasaran corriendo no se escuchó ningún balazo”, expresa.

“Un hombre, una mujer y otra niña corrieron para la orilla. Y luego ya después fue cuando se escucharon los balazos”, dice Ciriaco.

Mario, otro de los migrantes que fue un testigo presencial de los hechos, dice que el grupo con el que viajaba, entre ellos Marcos, se dispersó al notar que los elementos policiacos empezaron a seguirlos y que después de eso vinieron los disparos. Los migrantes habrían corrido al menos 500 metros, a partir de que inició la persecución a un kilómetro y medio del albergue en la colonia Landín.

“Empezamos a correr y a correr y yo me alcancé a escapar, pero a él lo siguieron hasta más adelante y después se escucharon los disparos. Iba con su niña y otra mujer. Pero no es cierto lo que dicen los policías que nosotros abrimos fuego, nunca le disparamos a nadie”, dice Mario, quien viajó con el fallecido desde Honduras.

Estas dos versiones discrepan con la versión que presentó la FGE respecto a los hechos; pero además, la Casa del Migrante, quienes recibieron al grupo que partió llegó y partió ayer mismo decidiendo no pernoctar, fueron revisados al igual que todos los demás de sus pertenencias.

“A todos los migrantes que entran aquí, se les dice que los vamos a revisar; es una revisión tanto de sus pertenencias como de lo que portan en su cuerpo. Les revisamos cosa por cosa, abren su mochila, y sacamos cada una de las cosas que hay ahí. Les quitamos cortaúñas, tijeras. Nos hemos encontrado con que cargan resorteras y ya no se las regresamos; si no les regresamos una resortera, mucho menos vamos a dejar que entren armas y regresárselas”, dice José Luis Manzo, encargado de la atención a los migrantes en el albergue manejado por la organización Frontera con Justicia AC.

“Es imposible que la Fiscalía manifieste eso, cuando los vecinos de la zona manifiestan que fue Fiscalía la que abrió el fuego y lo dicen también los migrantes que estuvieron en el lugar”, expresó.

La menor que presenció la ejecución de su padre, fue regresada a la Casa del Migrante donde está siendo atendida por la Comisión Estatal de Atención a Víctimas, y será la Pronnif quien se encargue de su situación con las gestiones consulares en caso de contactar a sus familiares de El Salvador y de cancillería, pues la intención tanto de la menor como de su padre, era reunirse con su madre quien los esperaba en Estados Unidos en las próximas semanas.

“Las autoridades ya están informadas. Se les ha exigido la reunificación familiar del niño de dos años, ver la reunificación de la niña a quien le mataron a su papá, y la reparación del daño ¿pero cómo le reparas el daño a la niña?”, expresó.

José Luis Manzo, dice que hasta estos momentos, la Fiscalía no les ha informado si se iniciará algún procedimiento contra quien disparó; sin embargo, dice que se ve una acción de deslinde luego de decir que fueron los migrantes quienes iniciaron el fuego.

Desde ese sentido, el encargado de Atención Humanitaria manifiesta que la Comisión Nacional de Derechos Humanos ya está informada, y serán ellos quienes deban vigilar la situación y asimismo iniciar una investigación de oficio para lo mismo.

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