Carece Gobierno de Saltillo de políticas públicas a favor de peatones y ciclistas: Alejandro Dávila

A falta de las correspondientes políticas públicas, el mandato de ley relativo a atender las necesidades particulares de peatones y ciclistas sigue siendo una asignatura pendiente para el Gobierno Municipal de Saltillo.

Alejandro Dávila Flores, impulsor de la ciclovía de la capital coahuilense, cuya restauración requiere una inversión del orden de los 5 millones de pesos, destacó la buena disposición del alcalde Javier Díaz para atender el problema.

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Sin embargo, esa “buena voluntad” todavía no se traduce en hechos concretos, pues solo está plasmada “en papel”, es decir, en la planificación del desarrollo urbano y la movilidad. Ante esta situación, algunos ciudadanos y pequeños empresarios se han encargado de mantener en buenas condiciones dicha ruta, expuso.

“Pudimos hablar con él”, comentó. “Me dio buena impresión su actitud, pues se mostró muy receptivo, es una persona que escucha. No son muchos los funcionarios que atienden a la ciudadanía, y menos que la escuchen, pero se necesita más impulso a los peatones y ciclistas; la ley así lo mandata”.

Dávila Flores señaló que los cambios legislativos en favor de la movilidad no han sido acompañados de políticas públicas eficaces. “Yo creo que, al menos en el papel, hay un interés de la administración en ponerle atención a la movilidad”, afirmó, al indicar que solo en una ocasión han tenido un acercamiento con el presidente municipal, antes de que tomara posesión del cargo.

También la Secretaría de Medio Ambiente tiene conocimiento de la problemática, ya que forma parte del Consejo Estatal de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, refirió.

Respecto a las acciones emprendidas por un reducido grupo de ciudadanos y pequeños empresarios, destacó que han logrado conservar los carriles y las boyas que delimitan la ciclovía.

Sobre el programa “Ciclobicla”, implementado por el Gobierno Municipal, Dávila Flores lo calificó como “un sistema muy malo” debido a sus múltiples deficiencias. Entre ellas, mencionó que no opera las 24 horas del día, es lento y requiere demasiados trámites.

Recomendó adoptar modelos de otras ciudades de México, como la inscripción de usuarios a través de internet y el uso de aplicaciones móviles para gestionar la toma y retorno de las bicicletas.

En términos generales, consideró que “se necesita un programa de última generación”, con al menos 60 estaciones y alrededor de mil bicicletas disponibles para la ciudadanía.

Otra de las fallas importantes del proyecto, añadió, es que las estaciones no están conectadas con la ciclovía.