Cementerio, caídas y abejas; ¿qué más puede pasarle a la Catedral de Saltillo?

Si de curiosidades se trata, no es arriesgado decir que la Catedral de Saltillo, con sus más de dos siglos de historia, podría ser el inmueble con más anécdotas inusuales. Desde ser un antiguo cementerio, hasta la suspensión de sus actos religiosos por culpa de unas abejas.

El pasado domingo 5 de junio, la dirección de Comunicación de la Diócesis de Saltillo anunció que las actividades planeadas para ese día en las instalaciones de la catedral así como de la Capilla del Santo Cristo fueron suspendidas a causa de un enjambre de abejas.

Aunque no se especificó el tiempo que dicho enjambre llevaba en el sitio, sí se aclaró que la decisión, sin precedentes, obedeció a la protección de las personas y que la situación se reportó a Protección Civil.

Esta suspensión de actividades se suma a las curiosidades que rodean a la catedral. Como cuando fue cementerio, el primero en la Villa de Santiago de Saltillo, de hecho. Cerró de manera “oficial” en 1825 cuando una epidemia de sarampión causó numerosas muertes, derivando la segregación de los camposantos y las iglesias.

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Como parte de la sección Historias de Saltillo, este medio también ha contado los relatos documentados sobre la catedral en la que destacan cuando el “Hombre mosca” escaló las paredes de la torre mayor sin protección (1950), cuando unos alemanes hicieron acrobacias en motocicleta desde la torre hasta Palacio de Gobierno (1953), o cuando un hombre se suicidó al saltar desde el campanario (1975).

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Y si de sustos se trata, este inmueble también ha generado preocupaciones como cuando en 1908 el campanero describió una grieta y se tuvo que pedir auxilio al gobierno federal para evitar el desplome de la torre principal.

Aunque lo que sí se cayó, fue una campana cuando intentaban bajarla para repararla. Esto ocurrió en 1987, afortunadamente nadie resultó lesionado.

¿Por qué crees que la catedral ha sido escenario de tan peculiares historias? Déjanos tu comentario al final de esta nota.

*Con información de Armando Ríos y Archivo Municipal de Saltillo.