Convertir a Saltillo en una ciudad inteligente es un reto ineludible: Carlos Recio
Adoptar las medidas de una ciudad inteligente es un reto ineludible; de no hacerlo, se corre el riesgo de desaparecer, señaló el académico Carlos Recio Dávila en Saltillo.
El investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) brindó su conferencia “De las ciudades monstruo a las ciudades inteligentes” en la Facultad de Ciencias de la Comunicación.
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“Las ciudades inteligentes, con sus ocho categorías, son un reto ineludible, es un grito de urgencia, porque cambian los modelos de vida; de otra manera, las ciudades están condenadas a desaparecer”, detalló el también historiador y colaborador de VANGUARDIA.
Explicó que los tipos de ciudades inteligentes abarcan las inteligencias técnica, ecológica, urbanística, económica, social, cultural, política y estratégica.
Detalló que, si bien hay un concepto desde 2010, no necesariamente nacieron en ese año, sino que el aprovechamiento de distintas circunstancias constituyó a su vez la aplicación de diferentes tipos de inteligencia.
Respecto a los retos que enfrenta particularmente Saltillo, detalló que una de las inteligencias que falta trabajar es la social, luego de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que es la cuarta ciudad de México con mayor índice de problemas vecinales.
“Es importante que tendamos hacia las ciudades como inteligentes, porque de los ocho tipos de inteligencia que existen en las ciudades, los más urgentes, podríamos decir, son la tecnológica, que de alguna manera se vive, y la urbanística, que significa tener armonía con el paisaje, no destruir la arquitectura vernácula.
“Esto nos sirve para vivir mejor e incluso sobrevivir ante los retos del futuro, pues vemos que la contaminación, el calentamiento global y las diferencias entre ricos y pobres son terribles”, señaló el académico.
Otro de los retos que enfrenta Saltillo es el de ser una ciudad económicamente inteligente, que priorice establecer circuitos cortos de proveeduría; es decir, que los productos se produzcan en la propia ciudad, situación que, a consideración de Recio Dávila, se ha dejado de lado.
“Es algo que en Saltillo prácticamente se ha perdido; todos los productos vienen de fuera. Que las distancias entre el lugar de trabajo y las viviendas sean cortas es algo que en Saltillo se ha ido perdiendo”, apuntó.
Durante su conferencia, Recio contrapuso constantemente la evolución de las ciudades inteligentes del mundo con Saltillo, como fue el caso de Venecia con la capital coahuilense.
“Podríamos decir que las ciudades inteligentes en realidad inician en la Edad Media, o sea, no son de 2010 para acá. Inician, por ejemplo, cuando Venecia se construye sobre 100 islotes poniendo pilares de madera, porque era la ruta normal para ir a las cruzadas. Entonces son ciudades inteligentes que se crean, digamos que cumplen una función con estrategias técnicas para llevarlas a cabo”, indicó.
Para el caso de Saltillo, explicó que hay un ejemplo de ser una ciudad inteligente con la forma en que se aprovechó la pendiente natural de la ciudad para la distribución del agua.