Democracia con sólo un candidato

Saltillo
/ 24 enero 2018

Marcelo Lara, subcoordinador de Relaciones Internacionales, hizo la propuesta a quien quede como nuevo rector que se cambie la forma en que se elija a esta autoridad.

Al menos en los últimos 10 años, los procesos democráticos para elegir al nuevo rector de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), se han limitado a una opción; fue únicamente en 2007, cuando hubo 2 aspirantes por el puesto. 

Luego de que Blas Flores Dávila renunciara al cargo para ocupar la Secretaría de Finanzas, este jueves se abrirá nuevamente el proceso para elegir a quien dirigirá a la máxima casa de estudios durante los próximos tres años. 

Aunque ante la renuncia de Flores Dávila, surgieron dos interesados en ocupar el cargo: Salvador Hernández Vélez (secretario general y actual encargado del despacho del rector) y Francisco Osorio Morales (tesorero); no obstante, el último declinó ayer a su aspiración, por lo que, hasta el momento, nuevamente queda un solo aspirante. 

Marcelo Lara, subcoordinador de Relaciones Internacionales, hizo la propuesta a quien quede como nuevo rector que se cambie la forma en que se elija a esta autoridad. Planteó la idea de que se cree un comité de selección conformado por académicos, quienes decidan a la persona adecuada para dirigir a la institución.

“Estamos por vivir un proceso de elección de nuestra máxima autoridad, que es nuestro rector. El hecho de hacer nuevas elecciones no significa que debes estar en desacuerdo en que sólo es un candidato, y es lo que mucha gente no ha entendido, sino que debes analizar si esa única opción que tienes es buena y decidir si estás o no de acuerdo con su proyecto”, opinó. 

Consideró que sería un paso histórico que la elección de este tipo de puestos —como el de rector— pudiera darse dentro de un consejo de académicos o maestros, como se hace en muchas universidades, como la Universidad Nacional Autónoma de México.

La segunda opción que propuso fue que, a mediano plazo, se decida que la elección del rector sea mediante el voto ponderado, es decir, que no valga lo mismo el voto de una persona en bachillerato a un maestro investigador.

“No es una exclusión, sino que hay diferentes niveles de madurez y esto permite analizar mejor la opción”, sostuvo.

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