El obispo Raúl Vera revela que enfrenta limitaciones para desarrollar su activismo

El obispo emérito de Saltillo, fray Raúl Vera López, lamentó no contar con la estructura clerical que le permitía involucrarse más directamente en la solución de la problemática social, particularmente en la defensa de los derechos humanos.

“Debo decir que el hecho de que yo sea un obispo emérito me tiene menos ligado a estructuras con las cuales yo intervenía de muchas maneras en la sociedad”, confesó a Bernardo Barranco, conductor del programa televisivo “Sacro y Profano”.

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En la entrevista se refirió a “los canales que necesariamente tenía aquí a través de una estructura, como la Diócesis que, además, precisamente yo construí su estructura”.

Lo anterior, en función de “que estuviéramos —dijo— cerca de los derechos humanos. Eso me tocó hacerlo aquí en Saltillo”.

Sin embargo, indicó que su condición actual no lo aleja de su interés de seguir sirviendo a la comunidad: “No me retiro yo de estar al pendiente”, expresó.

“Sigo trabajando en dos centros de derechos humanos; uno de ellos yo lo fundé aquí en Saltillo, pero está el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, que tiene muchos años funcionando en Chiapas; soy su presidente”, indicó.

El prelado dominico rememoró: “Pero yo fui cuatro años colaborador de don Samuel Ruiz, y ahí fue excelente”.

Dijo haber tenido la oportunidad de haber atendido “una diócesis muy pobre”, a saber, la de Ciudad Altamirano, enclavada en la Sierra Madre Occidental.

Ahí asumió la responsabilidad de “atender a personas que se enfermaban y no tenían ninguna entidad estatal, federal, de nada”.

Por tal motivo, creó una estructura que facilitaba el traslado de los enfermos a la Ciudad de México, sobre todo los que necesitaban de médicos especialistas, contó.

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“Fue una de las primeras estructuras a organizar para la defensa de los derechos humanos”.

El obispo emérito avaló el interés de la Conferencia Episcopal Mexicana en que la Iglesia “se haga presente en espacios de carácter social, en espacios de justicia”.

A pesar de este empuje, “nos falta mucho —expuso— dentro de la estructura del Episcopado; sí, faltan muchas personas que tengan, no solamente un interés vivo, sino una presencia activa en la Iglesia”.

“Falta mucho, es muy delicada la situación por la que estamos viviendo”, recalcó.

“Tenemos un gobierno que está dentro de una línea que esperábamos que fuera un poquito más viva, cuando hubo el cambio de régimen, cuando cayó el PRI”, pero el mantener “viejas estructuras” no lo permitió, comentó Raúl Vera.

“Esto no ha permitido que avancemos hasta donde deberíamos estar ya, porque cada día la justicia social y cada día el número de pobres sigue creciendo”, afirmó.