Entre la vendimia y la fe; así demuestra Saltillo su devoción a San Judas Tadeo

Entre la vendimia y la fe; así demuestra Saltillo su devoción a San Judas Tadeo

Con más de cinco décadas de tradición, la celebración en torno a San Judas Tadeo --con todo y novenario--, continúa congregando a cientos de feligreses en Saltillo cada año

Saltillo
/ 28 octubre 2025
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El sol de la tarde caía sobre los toldos frente al templo de San Judas Tadeo. Entre puestos de carnitas, churros, elotes, pan y figuras religiosas, los fieles esperaban su turno para entrar con flores, veladoras o imágenes del santo de las causas difíciles. Algunos durante la misa permanecieron de rodillas, otros con lágrimas en el rostro, y otros más con la certeza silenciosa de estar cumpliendo una promesa.

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$!La devoción durante el Día de San Judas Tadeo combina tradición, fe y esperanza, convirtiendo la calle José María La Fragua en un espacio de comunidad y agradecimiento en Saltillo.

Jessica Patricia fue una de ellas. Llegó con una figura del santo entre los brazos y una sonrisa que hablaba de gratitud. Desde los 27 años vive con ataques convulsivos, y aunque el diagnóstico llegó en su etapa adulta, aprendió a aceptarlo como parte de su vida. “Yo pido mucho a él que no me dé tan seguido para poder seguir adelante y estar al lado de mi familia”, compartió. “A veces se nos complica un poco, pero no debemos renegar, sino dar gracias por lo mucho o lo poquito que tenemos”.

$!La iglesia de San Judas Tadeo, ubicada en la calle José María La Fragua en Saltillo, se convierte cada 28 de octubre en el epicentro de la devoción, recibiendo a cientos de fieles que llegan a cumplir promesas, encender veladoras y participar en la misa principal del novenario.

Mientras hablaba, sostenía con fuerza la imagen de San Judas. Decía que, para ella, lo importante no es solo pedir, sino agradecer. “Hay que darle gracias a Dios y a él por la salud, por tener vida. No nada más por uno, también por los demás. Aquí venimos todos a orar y a pedir por la familia, por los vecinos, por quien lo necesite.”

$!Jessica Patricia sostiene con fuerza la figura del santo mientras comparte su testimonio sobre los ataques convulsivos que ha vivido desde la adultez, agradeciendo cada día de vida.

Jessica contó que desde hace años asiste a misa todos los días, aunque no siempre al templo dedicado a San Judas Tadeo. “Voy cerca de mi casa para rezar por todos, pero cada 28 de octubre vengo aquí. A veces con dolor, a veces cansada, pero vengo. No hay que perder la fe ni la paciencia. Todo se puede salir adelante si uno confía”, dijo con voz serena.

$!La celebración del novenario se realizó del 19 al 27 de octubre, y la misa principal del 28 reunió a cientos de fieles, quienes aprovecharon para renovar su fe y cumplir promesas.

En la calle se mezclaban el humo de los antojitos, el olor del incienso y la música de los altavoces. Adultos mayores, jóvenes y familias enteras llenaban la calle José María La Fragua, donde se ubica la iglesia, en la Zona Centro de Saltillo. Este año, el novenario se realizó del 19 al 27 de octubre y la celebración principal tuvo lugar el lunes 28, con misas, pirotecnia y una vendimia que se extendió por varias cuadras.

$!Durante la celebración, muchos asistentes aprovecharon para encender veladoras y orar por la salud, la familia y la comunidad, reforzando la devoción que caracteriza la fecha.

Entre la multitud estaba también Perla, quien cumplía una manda. Por años pidió poder tener una familia. Vivió cinco pérdidas antes de que su fe se tradujera en dos hijos.Yo no podía tener hijos y tuve amenazas de aborto, pero gracias a él se me lograron. Le prometí que si me los concedía, los iba a traer vestidos como él tres años”, dijo.

$!Los puestos de comida, como carnitas, churros y elotes, se mezclan con la música de los altavoces y el olor del incienso, creando un ambiente festivo y de fervor religioso en la calle José María La Fragua.

Su hija menor, de un año, vestía de blanco y verde, con una pequeña vara en la mano, símbolo del martirio del apóstol. El mayor, de cinco años, observaba con curiosidad el ir y venir de los feligreses. “Este es el primer año que la traigo a ella vestida así. Gracias a él y a Dios tengo a mis hijos y estoy bien feliz. Él es muy milagroso, por eso cada año voy a venir a darle las gracias.”

$!Fieles de todas las edades se congregaron frente al templo de San Judas Tadeo en Saltillo, llevando veladoras, flores y figuras del santo para cumplir promesas y pedir por la salud de sus familias.

A unos metros, las filas no cesaban. Algunos buscaban la bendición de su imagen, otros encendían veladoras antes de ingresar a presenciar la liturgia. La fe, más que la fiesta, marcaba el paso. Entre el ruido de la música y el murmullo de los rezos, se percibía algo más que devoción: la certeza de creer que, incluso en los días difíciles, hay algo —o alguien— que sigue escuchando.

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Reportera de Saltillo con experiencia en medios de radio, televisión y prensa digital desde el 2017. Ha sido reconocida con el Premio al Periodismo Cultural Armando Fuentes Aguirre y participado en diversas exposiciones, talleres y proyectos académicos relacionados con la comunicación, la historia y el arte.

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