Aunque el Gobernador pidió un cargamento de oro para llenar las arcas del Estado y así financiar el programa de obras que soñó para 2025, Melchor le dejó en su zapato las “cuentas por cobrar” -que también son activos- para que persiga a quienes le deben -y mucho- a Coahuila, les cobre, y con eso no solamente cuente con los recursos para hacer realidad los proyectos que ha ofrecido a la comunidad, sino que obtenga el reconocimiento de la comunidad por poner fin al largo período de impunidad que arrancó hace más de una década con la contratación de la “megadeuda” y que permanece hasta hoy, pues la única autoridad que ha hecho algo para perseguirles por sus fechorías son los gringos.