De aquí me voy como los toreros... en hombros: Don Toño ‘La Bola’
Muere ‘La Bola’, el que le dio una dimensión distinta al oficio de voceador; queda su puesto y su legado de buen hombre
A la edad de 86 años y en medio de un profundo sueño, murió de un infarto Antonio Rodríguez Martínez “La Bola”, reconocido voceador de la ciudad.
Por más de medio siglo “La Bolita” —como le nombraban de cariño— se dedicó a vender periódicos, su puesto está ubicado sobre la calle Victoria y Padre Flores, en el Centro Histórico.
Por sus cualidades humanas Rodríguez Martínez se convirtió un ícono de la capital del estado, y era muy apreciado por la ciudadanía. A decir de sus conocidos, que a diario arribaban a saludarle a su puesto, fue un hombre bueno, caritativo, siempre con la intención de ayudar a quien lo necesitara.
FUE EL PADRE DE MUCHOS
En vida contaba que vio desfilar a cientos de niños, a quienes les aconsejaba hacer cosas buenas y ser personas con valores.
Al paso de los años, estos niños crecieron y con cariño y respeto veían a “Don Toño La Bola”, para quien su mayor satisfacción era verlos hombres hechos y derechos. Sentado en una silla cubierta con cartón blanco, este icónico voceador se ponía desde temprana hora a vender sus revistas y periódicos, siempre dando una sonrisa y un saludo a quien pasara por el puesto.
Ya establecido como voceador conoció a su esposa, con quien procreó seis hijos.
“Mientras tenga vida y salud voy a seguir trabajando, porque de aquí me voy a ir como los toreros, en hombros”, decía “La Bola” a quien lo escuchara, para recalcar el amor que le tenía a su oficio.
RECONOCIDO POR EL GOBIERNO
Durante el año 2008, el Gobierno Estatal realizó un homenaje al emblemático saltillense, por sus más de 54 años en su puesto de periódicos. Y antes, en 2004, le fue otorgada la Presea Saltillo.
Fue plasmada su historia en el libro “Nuestra gente”, donde se destaca que don Toño fue un hombre que nació, formó a su familia y a hombres de bien, a quienes enseñó a trabajar y a ser responsables, así como a ganarse la vida vendiendo periódicos.
SU ÚLTIMA NOCHE EN SALTILLO
Fue la madrugada de ayer sábado, mientras dormía, que don Toño sufrió un infarto. Su hijo, César Martínez González, quien le ayuda en el puesto desde hace veinte años, se levantó a despertarle, pero “La Bolita” ya no respondió.
“Falleció dormido, en la mañana fui a checar para ver si iba a venir pero él ya no despertó, le hablamos a la ambulancia, padecía presión alta, fue un infarto”, dijo su hijo.
PRIMERO ES EL TRABAJO; LECCIÓN QUE DEJA A SUS HIJOS
Al día de ayer, como de costumbre, César abrió el puesto en la calle Victoria.
Personas que no sabían de su partida preguntaban: “¿y La Bola?!” y su hijo entre lágrimas les daba la mala noticia.
Fueron decenas los que llegaron al puesto y todos ofrecieron las condolencias a su descendiente. Algunos no daban crédito de lo sucedido, toda vez que el viernes, al pasar por el puesto, le vieron sonriente y saludando.
“De hecho ahorita estoy aquí porque hace seis años, cuando falleció mi mamá, no iba a abrir y él me dijo: ‘no, váyase mijo a trabajar, e inclusive el día que yo muera, ojalá y vayan a trabajar... y aquí estoy, aunque sea un ratito”, narraba César entre lágrimas.
“La Bola” nació en Saltillo en abril de 1933, contaba a sus seres queridos que gracias a la pobreza conoció todo Saltillo. “Nos corrían de todas partes” decía.
Finalmente estableció su casa junto a sus padres, sobre la calle Matamoros casi esquina con presidente Cárdenas.
“Fue una gran persona, siempre estuvo al pendiente de nosotros sus hijos, trabajando pero al pendiente. Llegaba a la casa y preguntaba cómo estábamos, que qué nos faltaba.
“Me quedo con el día a día. Tengo cerca de 20 años trabajando a diario con él, las anécdotas que a diario platicábamos es lo que voy a tener presente siempre”, dijo el afligido joven. A don Toño, le sobreviven seis hijos, tres hombres y tres mujeres.
LAMENTAN AMIGOS Y CLIENTES SU PARTIDA
“Si yo no me daba cuenta él me decía adiós, ‘ay Bolita buen día’ yo le decía, fue una persona muy querida, muy especial”, dijo Minerva Angélica López, quien conmocionada hasta las lágrimas dijo ser amiga de “La Bola” desde hace más de 50 años.
Al estar frente al puesto donde le veía a diario, comentó que fue muy duro para ella la noticia del fallecimiento de su amigo.
“Cuando trabajaba en Victoria y Xicoténcatl llevaba el periódico y ya era “la Bolita”, a mí me decían ‘la Secre’ y ahí fue donde lo conocí. Fueron más de 50 años de amistad, nos duele pero bendito sea Dios que está en el cielo”, dijo Minerva
Desde ayer en punto de las 15:00 horas, su cuerpo fue presentado en velación en una funeraria ubicada sobre Valdés Sánchez. Se realizará una misa a la misma hora de este domingo en la Iglesia San Esteban y finalmente sus restos serán colocados en el panteón Santo Cristo.