La colección de un saltillense que se convirtió en museo
Cuatro paredes quedaron chicas. Lo que hizo Aldegundo Garza de León ameritó su propio museo.
A los ocho años, aquel niño saltillense ya tenía clara su pasión, las aves. Se confirmó cuando tuvo su primer ejemplar disecado: un halconcillo conocido como cernícalo.
Con las visitas al campo, selvas, montañas, lagos, praderas y desiertos, a la exhibición casera se fueron sumando patos, gansos, codornices y más.
La colecta recorriendo México fue tal, que en poco más de 50 años se juntaron mil 548 ejemplares.
Al inicio, la comunidad acudía al domicilio de Aldegundo para apreciar la colección de aves disecadas. Al espacio que destinó en su hogar se le conoció como el Salón de las Aves.
Pero aquel trabajo creado durante décadas, exigió un reconocimiento mayor.
El 15 de noviembre de 1993, se inauguró el Museo de las Aves de México gracias a la donación de Aldegundo, con apoyo del Gobierno del Estado.
La ubicación: en la Zona Centro de Saltillo, en la calle Miguel Hidalgo con el número 151, donde topa la vialidad Simón Bolívar.
El edificio albergó al Colegio Jesuita de San Juan Nepomuceno de 1876 a 1912.
Este inmueble llegó a ser hogar de un batallón militar, sede del Congreso del Estado, de la Secretaría de Agricultura y oficinas de la Policía Judicial del Estado.
Pero de las características arquitectónicas y demás detalles del edificio, así como de lo que ocurrió en su interior antes de ser museo, hablaremos en otra ocasión.
Cuando Aldegundo compartió su colección, también reveló conocimiento a México y Latinoamérica.
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“Aldegundo sabe más de pájaros que las pájaras”, cita Jorge Fuentes Aguirre en su libro “Saltillo insólito, cien años de sucesos extraordinarios 1900-2000”.
No se trata solo de un recorrido por pasillos llenos de vitrinas, ni de un concierto de silbidos. Es un paseo por la naturaleza y la historia, en compañía de aves exclusivas en el país.
No es una exageración. El Museo de las Aves de México es el único en su tipo. Así lo dicen Allan Phillips y Philippe Dibley, ornitólogos del Smithsonian Institute, en Estados Unidos.
El Museo de las Aves consta de más de 3 mil ejemplares, que representan el 73 por ciento del total de las especies en México.
Es decir, desde que Aldegundo realizó la donación para crear el museo, hace casi 29 años, la lista de aves ha crecido casi el doble.
Pero con la cantidad también vino el compromiso de conservar, valorar y cuidar a las especies de aves.
Y si de museos se trata, Saltillo no solo es especialista en el tema de aves, también es sede de temáticas variadas, hay para todos los gustos e intereses.
El mundialmente conocido Museo del Desierto, el folklórico Museo de la Katrina o el histórico Museo de la Revolución.
Sin el afán de dejar a ninguno fuera de la lista, solo queda decir que próximamente cada recinto contará su propia historia en este espacio editorial.
*Con información de Jorge Fuentes, Jesús Peña, Felipe Sánchez, MUSAVE.
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