Lo matan a cuchilladas en el Ojo de Agua

Viejas rencillas entre vecinos de la colonia Ojo de Agua culminaron en una desgracia, luego de que un joven fue ultimado de certera puñalada en el corazón ayer por la tarde. Hay tres personas detenidas.

El crimen conmocionó a los habitantes de las calles de Morelos, Félix U. Gómez y Nicolás Régules, por la muerte de José Blas Alvarado García, quién tenía 30 años y hacía trabajos eventuales de pintura.

José Blas no alcanzó conocer a su cuarto hijo que venía en camino; Alejandra Sifuentes, su segunda esposa, tiene seis meses de embarazo.

Todo ocurrió a las 16:30 horas, cuando Blas caminaba en compañía de su amigo Micky cargando un garrafón de agua purificada.

Justo en el cruce de Morelos y Félix U. Gómez, donde finaliza la colonia Ojo de Agua, circulaba un Ford Topaz verde; en él iban Carlos Alejandro Reyna Velásquez, “el Borolas”, su prima Karla Karina Velásquez Zacarías —quien conducía— y Martín Velásquez López, mejor conocido con el apodo del “Chío”; estos últimos bajaron del auto y los siguieron.

José Blas y Micky corrieron por la calle de Morelos, justo donde empieza la zona centro, con la esperanza de meterse a casa de un familiar y protegerse.

Sin embargo eso no fue posible, porque los Velásquez los alcanzaron y lograron darle una puñalada en el corazón a Blas.

El que alcanzó a meterse fue Micky, para enseguida salir armado con un bate de beisbol, pero ya solo pudo ver a su amigo mal herido a un costado de un vehículo estacionado.

Cuenta que Blas estaba en un charco de sangre y que los agresores huyeron en su vehículo.

“Fue El Borolas y el Chío los que filerearon a Blas, nos siguieron desde un carro azul, cuando me meta a una casa a sacar un bate, ya se habían ido, pero más adelante los atoró la policía”, fueron las declaraciones de Mickey.

Los primeros en arribar al llamado fueron los paramédicos de la Cruz Roja, quienes al revisar a la víctima ya no contaba con signos vitales.

EN BUSCA DE LOS ASESINOS
De inmediato se generó una movilización por parte del Grupo Antipandillas (GAP) de la Policía Municipal y metros más adelante localizaron el vehículo al exterior de la vivienda en el cruce de las calles Unión y Morelos.

De inmediato activaron el Código Rojo, solicitando refuerzos para someter a los responsables del crimen; a uno de ellos lo encontraron en un tejabán, oculto debajo de una cama.

Tras negociar unos minutos el sujeto salió y se entregó a las autoridades, al igual que sus cómplices, quienes fueron trasladados de inmediato ante el Ministerio Público.

Luego la Policía Investigadora y peritos en criminología se hicieron cargo de las investigaciones y el levantamiento de evidencias, así como del cadáver para realizar su traslado a las instalaciones del servicio forense.

Escenas de dolor se vivieron en el lugar del crimen, a donde llegaron los familiares de Blas, entre ellos su padre, su esposa, quien cuenta con seis meses de embarazo.

Entre gritos expresaron su dolor y exigían castigo para los culpables.