Marca desigualdad inicio escolar en Saltillo; sin conectividad 20% de estudiantes
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Mientras algunos estudiantes cuentan con dispositivos móviles para recibir clases en línea, retroalimentación, contacto o interacción virtual, a otros sólo les queda seguir las instrucciones de sus libros y realizar los ejercicios
Saltillo, Coahuila.- El arranque de ciclo escolar se vio marcado por la desigualdad de oportunidades para los alumnos que antes compartían el mismo maestro y la misma aula, agravando la forma de aprendizaje y enseñanza para la comunidad estudiantil.
Mientras algunos estudiantes cuentan con dispositivos móviles para recibir clases en línea, retroalimentación, contacto o interacción virtual, a otros sólo les queda seguir las instrucciones de sus libros y realizar los ejercicios.
Según algunos directivos de diferentes escuelas, al menos el 15 por ciento de los alumnos en las instituciones, no cuenta con ningún tipo computadora, tableta o teléfono que le permita estar en contacto permanente para fortalecer su educación en casa.
Dichos estudiantes que deberán acudir cada mes por las indicaciones de sus maestros y entregar las tareas realizadas para ser evaluados, mientras que el resto confirma una comunidad en diferentes plataformas virtuales.
“Cada maestro está implementando la forma en que mejor se acomode para su material, a través de aplicaciones donde tiene un contacto directo con los estudiantes; algunos haciendo videos y enviándolos y otros usando video llamadas.
"Incluso se crearon grupos cerrados de Facebook para dar avisos en general a la comunidad estudiantil y padres de familia”, expresó la subdirectora de una secundaria federal.
Pero la realidad es que en muchas casas, principalmente las de tejabanes o las ubicadas en la periferia, no cuentan con las condiciones para que los alumnos sigan las clases en línea o entreguen las tareas que se les piden, lo que afecta a los jóvenes de manera desproporcionada.
"Pues al menos aquí todos recibían la misma oportunidad de usar una computadora o preguntar al maestro sus dudas”, coincidió, el director de una Secundaria al sur de la ciudad.
Durante el recorrido en algunas casas ubicadas en la periferia de Saltillo y al centro de la ciudad quedó evidenciada la desigualdad que enfrentan cientos de alumnos.
Mientras algunos se encuentran en comunicación virtual con sus docentes a través de computadoras y móviles, algunos sólo esperan la transmisión de sus clases en televisiones analógicas “colgadas de la luz”, y otros, apenas acudirán a preguntar con sus padres para ser inscritos.
Padres de familia que se vieron rezagados desde el inicio ante la desinformación, ahora están buscando algún espacio en las instituciones temerosos de no poder inscribir a sus hijos pues tampoco cuentan con los recursos necesarios para comprar un cuaderno.
Ese es el caso de Ciomara Abrego, quien pese al entusiasmo de que sus hijos puedan continuar estudiando, la crisis económica por la que atraviesan no les permite comprar ni un solo cuadernillo o lápiz para sus hijas Ángela y Natacha de 8 y 12 años de edad.
Quienes solamente verán la televisión para continuar aprendiendo a la deriva de abandonar la escuela tal como lo hizo Abigail de 15 años, su hermana mayor.
Esta jovencita forma parte de entre el 5 y 10 por ciento de alumnos en cada institución, que según sus directivos, no volvieron a saber de ellos, agravando los índices de deserción escolar.
Situación que se repite en la cordillera de casas de madera y lámina ubicadas en las orillas de la ciudad, donde los padres sólo responden “No nos han dicho nada” o “No es que no tenemos teléfono y pues ya no les gustó la escuela así”, aunque exista la posibilidad de informarse en la propia institución.
“Es lamentable que haya padres que prefieran dejar pasar el tiempo o no se informen, ni vengan, todos los planteles hacemos el esfuerzo de atender a los estudiantes de la forma en que más se acomode para que sigan estudiando.
Aunque esto es complicado, estamos haciendo todo lo posible para enfrentar las brechas de desigualdad entre los alumnos o las carencias que sabemos que tienen por la forma en que viven”, expresó unos de los directivos quien consideró su sector como uno de los más vulnerables, ubicado casi en las faldas de la Sierra, donde más del 40 por ciento de los estudiantes no cuenta con teléfono o Internet.