Miles de personas quedan varadas en la Carretera 57 tras nevada en Coahuila

Saltillo
/ 10 diciembre 2017

Llevan más de 48 horas en la carretera 57; autoridades envían alimentos, medicinas y combustible

Más de 2 mil tráileres y cientos de autobuses de pasajeros y vehículos están varados en la carretera 57, en el municipio de Arteaga, en el tramo conocido como Los Chorros, desde el jueves por la noche, debido a la nevada y las bajas temperaturas que azotaron la región.

La dirección de Protección Civil de Arteaga, Coahuila, implementó un operativo para llevar alimento, medicinas y proveer de gasolina a los automovilistas, ya que la fila de autos parados suma 60 kilómetros.

El alcalde del Pueblo Mágico, Jesús Durán Flores, destacó que el envío de provisiones se realiza con personal capacitado, por lo que pidió a la población no acercarse a la zona, porque es muy peligroso el tránsito por esta vía.

Durán Flores se trasladó a La Carbonera, punto donde empieza el bloqueo, para buscar un acceso a los ejidos en la serranía; sin embargo, tuvo que regresar a un punto seguro debido a que la carretera está congelada.

Destacó que se instaló un puente aéreo para rescatar a algunas personas y estimó que en las próximas horas se reabrirá la carretera.

Además, Protección Civil de Nuevo León brindó auxilio médico, alimentos y bebidas calientes a miles de personas varadas en la carretera 57.

Decenas de afectados que enviaron mensajes por redes sociales y otros que se comunicaron con las televisoras locales dijeron que en zonas altas se registraban temperaturas de hasta 10 grados bajo cero.

Los conductores que quedaron varados en medio de la carretera Federal 57 tuvieron que dar reversa en su camino para tomar otra vía alterna con rumbo a Monterrey.

Protección Civil de Nuevo León reportó esta tarde que los afectados que se encuentran en el kilómetro 170 fueron desviados hacia la carretera que conecta del entronque de San Roberto a Linares.

Las largas filas de vehículos, en su mayoría unidades de carga, se formaron luego que la carretera fue cerrada.

El subdirector operativo de la dependencia estatal, Miguel Ángel Perales, destacó que acondicionaron un comedor para apoyar a quienes llevan más de 48 horas varados en la carretera 57.

Añadió que "en helicópteros estamos acercando víveres, comida, bebidas calientes y atención médica".

Ayer la zona donde están varados amaneció a 7 grados centígrados, con sensación térmica hasta de cero grados con fuertes vientos.

La Conagua confirmó el fenómeno o meteorológico e informó que se podría esperar hasta 40 centímetros de nieve.

El funcionario resaltó que "personal de Protección Civil de Nuevo León labora en la comunidad de Los Chorros para liberar la circulación, se han repartido víveres a unas mil 500 personas hasta ahora. Es la misma operación que hicimos ayer en la carretera a Laredo", a donde se logró llevar asistencia a más de 700 personas que viajaban en autos, tráileres y autobuses, quienes quedaron varadas debido al mal clima.

Mencionó que por disposición de la Policía Federal, la carretera 57 ha permanecido cerrada, porque la carpeta asfáltica tiene encima capas de hielo y es demasiado peligroso circular por esa vía federal.

Además, expresó que "seguimos trabajando en Protección Civil para continuar llevando apoyo donde se requiera, estaremos atentos a los llamados de la población en estos casos de contingencia".

UN MUERTO EN NUEVO LEÓN

Un hombre murió calcinado al incendiarse la casa donde habitaba en la colonia Fomerrey 131, en el municipio de Juárez, Nuevo León.

Para mitigar las bajas temperaturas, la víctima y el dueño de la humilde vivienda encendieron una fogata en el interior, pero de pronto el fuego se propagó y solo uno de los dos moradores pudo salvarse.

"¿QUIÉN PUEDE DORMIR CON HAMBRE Y FRÍO?"

Enrique Melchor es gerente de ventas de una empresa metalúrgica de Nuevo León.

El jueves viajó de Querétaro a Monterrey y, aunque normalmente lo hace vía aérea o en auto, esta vez lo cambió por un autobús para dormir durante el traslado.

De pronto, se percató que descendía la temperatura, pero el clima del vehículo aminoró el frío.

Aún era jueves y de pronto notó que había tráfico, el camión se detuvo unos minutos, pero pasaron las horas y seguían varados. De pronto confirmó que la nevada que veía por la ventana les impedía seguir el camino.

Ya era de noche, el hambre calaba y el autobús de Enrique prácticamente no tenía víveres. Los pasajeros y los operadores se apoyaban como podían. "Es cuestión de unas cuantas horas y se reanudará el viaje", pensaban. Pero no.

El frío seguía, la nieve que en casa sería algo especial, en la carretera convertía la noche en terror. Al poco tiempo se les informó que no había un estimado de tiempo para abrir la carretera.

Aunque ese no era el principal problema, también bajaba la temperatura y aumentaba el hambre. No había comida.

La madruga fue cruda. Enrique Melchor y los demás pasajeros hacían el intento por dormir, pero "¿quién puede conciliar el sueño con el estómago vacío, con clima bajo cero y en medio de la nada?".

 

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